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El Coco (primera parte de dos)

En nuestro clima tropical nada es más sabroso y nutritivo que una exquisita agua de coco y que mejor si la tomamos en el mismo y después, nos comemos la carnita que adicionada con sal, limón y chile resulta ser deliciosa.

El coco es obtenido de las palmeras que después de casi ocho años de haber sido sembradas, empiezan a dar sus frutos a nosotros. No requieren mucho cuidado a pesar de que absorben grandes cantidades de agua y solo a veces echarles sal para evitar bichos, no son exigentes para su cuidado.

Lo interesante es que en toda nuestra Zona Hotelera así como en camellones de nuestra bella ciudad podemos encontrar palmeras que ya empiezan a dar sus valiosos frutos, lo encantador es que de forma regular –una vez que empiezan a brotar sus frutos-, pasa un camión recolectando los mismos y entonces se me antoja preguntar: ¿Quién los recolecta y adónde los hace llegar? ¿Acaso hay algún negocio turbio detrás de toda esa buena voluntad de sembrar palmeras y hacer pasar un camión para su recolecta?

Lo cierto es que se podrían sembrar otro tipo de palmeras, ya que las condiciones de nuestro clima lo permiten pero no es así, son precisamente las que dan el coco que además de dar un deleite inmediato, después se convierte, tras un proceso, en aceites, jabones y muchas cosas más, la famosa copra.

Obviamente me gustaría decir sin problemas que es el Ayuntamiento quien está buscando la manera de obtener unos centavos más para nuestro Ayuntamiento y poder dar mejores servicios a la población pero sinceramente, no lo creo. Más bien me parece que hay un negocio detrás de todo ello, oculto, donde seguramente las ganancias no llegan al erario municipal.

Publicado por
Redacción Quintana Roo