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El calendario escolar (primera parte de tres)

Ahora tenemos nuevas disposiciones por parte de nuestra Eminentísima SEP, encabezada por el señor Aurelio Nuño: cada escuela tuvo  el honor de seleccionar de forma autónoma el número de días a laborar en el ciclo escolar, ya fueren 185 o 200 días. ¡Fantástico! Ahora cada Colegio podrá decidir, sin haber consultado a su base trabajadora, el número de días a asistir y la forma en que tendrán que reponer en horas para completar los 200 días, es decir, si una escuela optó por los 185 días está obligada a dar más tiempo al estudiantado dentro del aula, para que en equivalencia tengan los 200 días de asistencia al Colegio. Esto implica que los maestros tengan que ver como acomodar sus nuevos horarios en ésta opción.

En éste país los maestros no son bien pagados, para el nivel de responsabilidad que llevan a cuestas y el desgaste que sufren cada día ante grupos numerosos, el nivel salarial no es acorde. Habrá quienes defiendan lo contrario y están en su derecho, ni que decir. Habrá quienes estaban como aviadores cobrando sin hacer nada, bien sabemos que esto es producto de una alta corrupción en el sistema político-económico y social de éste país. Si los maestros viven decorosamente es porque tienen que cubrir horas y horas frente a grupo, muchas veces teniendo que cubrir dobles turnos y jornadas para entonces “vivir como semi blancos pero trabajando como negros”.

También es correcto que muchos maestros  no están a la altura de la calidad educativa que se debería de impartir en cada aula, pero eso sucede en cada sector laboral sea el que sea, no es exclusivo de docentes. ¿Y entonces el cambio calendárico ayudará? ¿Elevará el nivel académico?

Publicado por
Redacción Quintana Roo