Categorías: Sin Categoría

Divorcio sin remedio

El gobierno de la República y quienes lo representan, desde voceros hasta el titular del Ejecutivo nacional, consideran que la ciudadanía es la culpable de las desgracias recurrentes sobre la población; mientras, la pequeña clase política –diminutiva en sus alcances morales–, sigue enriqueciéndose, mintiéndonos y mofándose de lo sencillo que es manipular a un colectivo cuya ignorancia es equiparable, por desgracia, a la torpeza recurrente del señor enrique peña nieto en el desempeño de sus deberes.

Por lo anterior, naturalmente, somos susceptibles al engaño con escasas posibilidades de réplica.

Por ejemplo, en la controversia contra el gremio magisterial, las autoridades se escudan en los niños que han quedado expuestos por no recibir la educación a tiempo y en los lapsos señalados por la ahora detestable Secretaría de Educación, en realidad más preocupada por excluir a los maestros con pantalones para cubrir sus plazas con mentores sumisos, dispuestos a seguir las líneas oficiales hasta la ignominia; no así por la excelencia académica que debiera ser prioritaria en un mundo globalizado y con enorme competitividad.

Y a ello le llaman reforma. ¡Y pobre de aquel que ose interpretarla de oro modo! Se encontrará, sin remedio, con el delicado Aurelio Muño Mayer sacando las garras, digo las uñas bien pintadas.

¡Ah! Y son culpables también los críticos y cuantos han dejado de respetar a la institución presidencial luego de tantos años de bochornos, vergüenzas y dislates por parte de quienes han portado, de manera por demás ignominiosa, la banda tricolor.

Publicado por
Redacción Quintana Roo