Gregorio Sánchez Martínez
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El 11º mandamiento

Febrero, mes del amor y la amistad.
“El amor todo lo puede, todo lo cree, todo lo espera”
Nuestra patria está sumergida en una crisis de ingobernabilidad y nuestra economía al borde del abismo, con una devaluación desastrosa similar a los años 80´s y la de 1994, donde se suma un factor extra: la delincuencia creciendo a pasos agigantados y un odio que nos tiene sumergidos en el temor paralizante, que impide el desarrollo social y económico.
Esto se debe a la ausencia de valores cívicos, morales y espirituales. ¿Cuándo perdimos el rumbo como país, como sociedad, como seres humanos? El rechazo a la situación actual en que vivimos nos ha llevado a sustituir el amor por el odio.
Analizando la declaración de principios de los partidos políticos, las normas de conducta que rigen los sindicatos, organizaciones sociales e instituciones del estado, así como los mandamientos y ordenanzas de las diferentes religiones y filosofías, todas convergen en el amor y el beneficio social de nuestra comunidad…entonces: ¿Por qué cada día estamos más divididos y confrontados? ¿Acaso no somos todos mexicanos, hermanos, hijos de una misma patria?
Ya basta de sectarismo e individualismo, pensemos como país, trabajemos en equipo, como lo hicieron nuestros ancestros que nos dieron patria. Retomemos los valores universales que rigen la conducta humana, cimentándolos en nuestros hogares, asumiendo la responsabilidad de educar a nuestros hijos con valores cívicos, morales y espirituales, que son la base de la familia y la columna vertebral de la sociedad.
Prediquemos con el ejemplo: “cambié yo y cambió el mundo”. Transformemos nuestra casa educando a nuestros hijos con amor a México y al prójimo; así iniciaremos el camino del cambio.
¡Despierta México! No esperemos que ningún gobierno o político cambie nuestro país, el cambio está en ti y en mi, esta tarea es nuestra. Iniciemos ya la revolución de consciencias. Cambiemos nuestra limitada y conformista forma de pensar a una mentalidad ganadora; con pequeños cambios a diario, se lograrán grandes proezas. El cambio inicia aquí y ahora. ¡Sí se puede! Prepárate, porque se avecinan vientos de cambio.
Aprendamos del Maestro cuando dijo “Un mandamiento nuevo les doy, que se amen los unos a los otros” (Juan 13:34)
Hasta pronto.