MAURO BAREA
La muerte de la televisión abierta

Pasó lo del ‘Legarretazo’ y el Negro Araiza vino a echar más leña verde al fuego con su ‘Chi…enle más’. Ya han hecho esta pregunta, aunque me gustaría dar el enfoque de alguien que no la sintoniza con regularidad desde hace ya muchos años. El encono generalizado y el linchamiento mediático de la conductora de variedades matutinas, fue uno más de los sonoros golpes a los clavos del ataúd en este funeral de la televisión abierta. Personajes entrañables se van, productores que hicieron más que millonaria y emblemática una televisora, son despedidos sin más, y la programación va reduciendo su ya mermadísima calidad. Ya no hay presentadores que generen interés: los líderes de opinión y los noticieros son un payaso, comediantes de poca monta y una señora de talk shows donde ninguna situación es real.
El ‘Legarretazo’ de alguna forma adelanta lo que se vislumbra inevitable, y que además se encuentra con una sociedad cada vez ‘más despierta’.