Ante la intensa sacudida en el mundo, sismos en México, rescate en los escombros de vivos, muertos, el azote del huracán ‘María´ que dejó muertos, heridos, tres y medio millones de habitantes con toque de queda por las noches y a grito de auxilio en Puerto Rico, Barbuda, San Martín y San Bartolomé en el Caribe, y Donald Trump que ha planteado la posibilidad de tres guerras, en Corea del Norte, en Irán y en Venezuela; con este apabullante panorama mundial, molesta y pierde cualquier posible impacto la “huelga de hambre de Roberto Borge”, por el contrario, ofenden sus reclamos, cuando a él se le acusa de peculado, desempeño irregular de la función pública y aprovechamiento ilícito de poder.
Primero habría que ratificar si en verdad la citada huelga de hambre la está haciendo, que no se arrepienta en los primeros llamados de apetito, como lo hizo su cuate el ex gobernador de Veracruz. Genera pena ajena, los reclamos que hace Roberto Borge, ante lo endeudado que dejó a Quintana Roo, la entidad que dijo amar cuando fue gobernador.
Trascendió que Arturo González Basso, abogado defensor del exgobernador, expuso que su cliente es objeto de una violación a sus derechos humanos. Dio a conocer, que Borge es víctima de tortura psicológica, encerrado en una celda solitaria, esposado de pies y manos, a quien solo pueden ver 45 minutos al día como máximo, que le dejan prendida la luz todo el día y toda la noche, lo que le impide dormir; por lo que presentaron una acción constitucional para que los magistrados de la Suprema Corte vayan y verifiquen las condiciones donde lo tienen. Recordemos que la agencia de investigación criminal, se dio a conocer de la renta de departamentos y habitaciones de hotel en diferentes ciudades como Miami, Florida; La Habana, Cuba; Nassau, Bahamas; Panamá, Barcelona, España, y planeaba viajar a París. Por supuesto que si Roberto Borge compara los lujos que se daba con las incomodidades implícitas de la prisión, todo le parecerá poco. Mirar en perspectiva, tras los impactos naturales vividos a nivel mundial, dejan en ridículo a Roberto Borge Angulo, que alguien le explique que ya no está en el poder, no está libre para elegir sus caprichos, pero sobre todo algo que nunca falla: cada acción tiene una reacción de la misma intensidad pero en sentido inverso.
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