Las OSC son “el instrumento que tienen ahora los ciudadanos para participar, junto con el gobierno, en la edificación del Estado mexicano”. (Aguilar, 2006). Ésta es, en términos generales, la tarea destacada de la ciudadanía organizada como elemento crucial de la gobernanza.
El papel fundamental que las OSC desempeñan en el desarrollo del país gira en torno de los siguientes procesos y fenómenos: son prestadoras de servicios sociales, contribuyen a la cohesión social al ser organizadoras de la comunidad, son promotoras de formación de capital social, son promotoras del desarrollo económico, y son promotoras y defensoras de los derechos humanos y civiles, así como de valores y acciones de protección y conservación del medio ambiente y de los recursos naturales.
Sus fortalezas son: la flexibilidad organizacional y su gran poder adaptativo, la empatía con su grupo objeto y el compromiso que manifiestan con sus propósitos, la credibilidad que tienen y la confianza que inspiran, la aproximación holística o integral a los problemas que intentan resolver, los conocimientos y destrezas que desarrollan tanto sus miembros operativos como sus grupos objeto, los contactos que establecen con individuos y organismos a nivel nacional e internacional, y el desarrollo de liderazgos.
Es importante el fortalecimiento capacidades institucionales, técnicas y estratégicas de las organizaciones de la sociedad civil en México. En este sentido existen retos estratégicos generales de las OSC, los cuales giran alrededor de tres ámbitos: con relación a la globalización, con relación a la cooperación y con relación a las estrategias de acción.
Por otra parte, entre los retos estratégicos particulares, aquellos dirigidos al interior de la OSC tienen que ver con la profesionalización de la institución y de su personal, elevar la calidad e impacto de las acciones, encontrar nuevas formas de financiamiento de las acciones, garantizar la transparencia y la rendición de cuentas, y superar los prejuicios y las diferencias internas, para presentar un frente común.
Otro tipo de retos estratégicos particulares son aquellos que se enfocan al exterior del sector, destacando entre ellos: elevar el nivel de presencia y visibilidad, cambiar la forma de relación con el gobierno, mejorar la relación con la sociedad, tender puentes con otros sectores y elevar el nivel de las relaciones con organismos afines y con otras OSC.
Los retos estratégicos mencionados, exigen a las OSC llevar a cabo cambios en su forma de pensar, que les permitan: reconocer el protagonismo del mercado, la nueva orientación del trabajo, la nueva identidad y los nuevos papeles, la necesidad y conveniencia de un acercamiento al gobierno y empresas, las nuevas formas de financiarse, la variación de la población meta y saber reconocer sus nuevas necesidades, la nueva legitimidad derivada de las alianzas, y el poder de la comunicación y las redes sociales.