He aquí navegando en las aguas del municipio de Solidaridad (cabecera Playa del Carmen), en donde la Presidenta Municipal Cristina Torres, quien pese a que ha navegado de muertito con los problemas en materia de seguridad y la falta de gobernabilidad en su municipio, tras su maquillado y espectacular informe, ya naufraga en sus aspiraciones de reelección.
Y es que por su novatez en la política y en el servicio público, no ubica quién es quién y sus alcances en los grupos políticos en Quintana Roo. Playa del Carmen es un codiciado botín donde se siguen librando batallas a río revuelto, entre actores con poder económico y político, que ven a la edil tan sólo como una administradora municipal sin estatura para la toma de decisiones y menos para encabezar un proyecto real.
Nada estuviera de extraordinario, sería tan sólo cosas de los poderosos, si no fuera porque le han encargado tomar el control político y no ha podido por falta de oficio. Naufraga entre las aguas turbias del ex candidato del PRI a la gubernatura, Mauricio Góngora Escalante, quien aún le tiene infiltrado el Ayuntamiento pese a la detención de su ex director de Egresos, Felipe de Jesús Castillo Meseta, acusado de cometer peculado en la anterior administración municipal.
Y el otro grupo que tiene a la Presidenta Municipal revolcándose en los sedimentos marinos, es ni más ni menos que la dupla “José Luis “Chano” Toledo y el diputado independiente Carlos Pereira, conocidos en la Riviera Maya por su acaparamiento de tierras a través de la promoción de invasiones, verbigracia la incursión conocida como la invasión de Cristo Rey, historia marina que luego abordaremos con detalle.
Marea roja
Cristina Torres tiene en su municipio la principal batalla marina que protagonizan los principales actores del poder económico y político, quienes la tienen congelada en su caparazón municipal. Otros nombres, pique, lique y califique: los hermanos Beristáin, Gabriel Mendicuti Loría, Filiberto Martínez, Marciano Toledo, Miguel Ramón Martín Azueta, y el mismísimo Carlos Joaquín González.
Aguas turbulentas
Rafael del Pozo Dergal, Secretario cachirul de la Contraloría del Estado (antes Secretaría de la Gestión Pública), principal marioneta del turbio asesor Juan de la Luz, es ya de los funcionarios más cuestionados del gabinete legal del gobierno del cambio, ante su falta de probidad, acreditación académica, y transparencia en sus funciones públicas. En otras palabras, le hace el trabajo sucio a Juan de la Luz, quien con su látigo oficial ajusta a su conveniencia sus intereses en el equipo de colaboradores del gobernador Carlos Joaquín González. Para que usted tenga idea, este personaje de la Luz en la obscuridad, dicen los caballitos de mar, que cuenta con sofisticado equipo para el espionaje en todas sus modalidades, y por si fuera poco, tiene el manejo de algunas Secretarías que si bien no han entregado buenos resultados, si son su caja chica.
Bonanza
A través del Programa permanente de prevención, control y tratamiento de enfermedades crónicas no transmisibles, como la diabetes, la hipertensión y la obesidad, un total de 364 mil 199 quintanarroenses han mejorado sus condiciones de vida, con acceso a servicios de calidad, informó el gobernador Carlos Joaquín. Hasta la fecha, a través de este Programa funcionan 17 Grupos de Ayuda Mutua, con 425 pacientes que controlan su enfermedad; 335 fueron atendidos en las Unidades de Especialidades Médicas en Enfermedades Crónicas (UNEME EC) por primera vez, pues antes no habían controlado su padecimiento, de acuerdo con la Secretaría Estatal de Salud (SESA).
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