“La delgada línea amarilla” ganó un Ariel, no en Cozumel, pero si en el cine nacional, aclamada película mexicana con la excelente actuación de Damián Alcázar, la cual refleja precisamente la ineficiencia y criminalidad de los gobiernos que no pueden entender la importancia de los señalamientos y de esta guía que es la línea que lleva al ciudadano de principio a fin en bienestar.
En Cozumel, el reciente accidente carretero en la sangrienta noche de domingo en la zona hotelera sur, donde perdieron la vida cuatro personas y un nonato, dejó en evidencia el abandono de esa parte de la isla. Sin iluminación, sin señalamientos, sin acotamientos, sin vigilancia permanente.
Recorrer de ida vuelta la zona hotelera de Cancún en su totalidad se requieren tan solo 24 pesos, con rutas constantes, sin que el pasajero requiera aguardar por el transporte público. En contraparte, Cozumel carece de transporte público para ambas zonas hoteleras, tanto la del sur como la del norte; el costo del transporte para poder tan solo llegar a la playa más cerca –léase arena y mar- es de 50 pesos. Comunicados emitidos por la coordinación de prensa del ayuntamiento de Cozumel citan una estrecha relación con los transportistas, con el sindicato de taxistas.
Sin embargo, al sol de hoy si usted amable lector desea recorrer la isla de Cozumel, sus opciones para hacerlo serán: contar con transporte privado, contratar y poder pagar el elevado costo de un taxi, rentar automóvil, rentar motocicleta y aventurarse al recorrido. Por favor, extreme medidas de precaución si lo hace en motocicleta, esta recomendación se emite por el elevado número de accidentes en vehículos de dos ruedas.
Emiten distracciones los que se resisten a dejar atrás al neoliberalismo, para la mente de los mexicanos, buscan dividirnos para que luchemos varias batallas a la vez. No existe la más mínima intención de buscar pleito, cuando AMLO denuncia ilícitos movimientos del anterior o anteriores gobiernos de la Republica.