Redacción
PLAYA DEL CARMEN
Previendo que muchos de los directivos del ayuntamiento quedarán sin trabajo con la entrada del nuevo gobierno, la comuna alista un paquete de pago por sus servicios, similar a un finiquito, para que puedan gozar de “suficientes recursos” en tanto consiguen otro empleo, y para ello erogará poco más de 5 millones de pesos.
De acuerdo al actual organigrama de la comuna, los principales puestos directivos que se van son 63, incluyendo la presidencia municipal, y 15 miembros del cabildo, lo que hace un total de 78 puestos, sin incluir a jefes departamentales.
Tan sólo en estos cargos, el ayuntamiento deberá erogar sólo en el pago de nómina del último mes a estos 78 funcionarios, un monto por 3 millones 72 mil 320 pesos, cantidad que no incluye lo que sería su finiquito; esto es por sus prestaciones de ley proporcionales como vacaciones, aguinaldo, prima vacacional, entre otros, por lo que se calcula que en total, el monto ascienda a poco más de 5 millones de pesos por el pago a estos trabajadores.
De acuerdo con anteriores administraciones, además de este pago por sus servicios, según el criterio del jefe inmediato, los funcionarios podrían recibir un bono.
Se sabe que por ser personal de confianza, que desde el inicio es contratado por la administración entrante, se tiene que firmar una carta de renuncia de sus servicios al término de la administración con la que iniciaron, por lo que legalmente se dice que no procede darles una liquidación, sino un finiquito.
Sin embargo, en otras administraciones se han dado casos en que los altos directivos se han despachado con la “cuchara grande” para pagarse un bono a modo, o se les han asignado plazas en coordinación con el Sindicato de trabajadores del Ayuntamiento, por lo que se espera que la presente administración que encabeza Rafael Castro Castro actúe con mesura y conforme a derecho laboral para el pago de los funcionarios y personal de confianza que termina su gestión.
En los pasillos hay inquietud de empleados de la comuna que temen también sean dados de baja por la entrada de la nueva administración, pero la presidenta municipal electa, Cristina Torres, de antemano advirtió que no llegará a “cortar cabezas”, respetará antigüedad y puestos de los trabajadores operativos, quienes tienen asegurado su fuente de empleo.
Dijo que valorará a los empleados de confianza que no tengan un cargo directivo y que de acuerdo a su perfil, podrían ser reubicados o ratificados en su puesto de trabajo.