Estamos a menos de una semana de las elecciones, día en que los partidos políticos ponen a prueba todo su ingenio para hacerse del voto del electorado con diversas estrategias, para lo cual el único antídoto simple y sencillamente es salir a votar.
Y es que los partidos políticos tienen en su haber una gran variedad de formas de comprar o inhibir el voto, estrategias que con el paso del tiempo han mejorado.
Sin embargo la compra del voto, retirar la credencial para votar, la entrega de despensas y amenazas no pasan de moda, ese tipo de prácticas por parte de los partidos políticos subsisten y tienen que ver con la precaria condición económica de los ciudadanos que se vuelven presa fácil en todos los procesos electorales.
Si hablamos de las mil y una formas que tienen los partidos para hacer “cochupos” el día de la elección no habría espacio que alcance, pero comentaremos por ejemplo el de no permitirle a los ciudadanos ejercer libremente su derecho a votar y, aprovechándose de su condición económica, les compran las credenciales y garantizan que no habrá voto que les perjudique.
Otra forma es la entrega de despensas, enamorarlos con la clásica torta y refrescos el día de la elección. Trasladarlos hasta las casillas y, finalmente, darles la cantidad prometida por haber votado por su partido y su candidato.
La cosa cambia cuando la mayoría de los ciudadanos deciden ejercer su derecho a elegir a sus gobernantes, puesto que la famosa maquinaria de los partidos no logra controlarlos, y por consecuencia los resultados no son los esperados.
Obviamente ese tipo de conductas lo único que arroja es la baja participación elección tras elección, lo que llaman abstencionismo y que los partidos gritan a los cuatro vientos en cada proceso electoral, buscan combatir. Nada más alejando de la realidad.
La participación electoral tiene un leve repunte en las elecciones presidenciales y para las gubernaturas, puesto que es cuando los ciudadanos muestran un poco más de interés por participar.
Este 5 de junio, en Quintana Roo se elegirá al nuevo gobernador, once presidentes municipales y 25 diputados, 15 de mayoría relativa y 10 de representación proporcional, los llamados “plurinominales”.
El cambio del jefe del ejecutivo estatal, es lo que motiva a los ciudadanos quintarroenses a participar, y se prevé haya una votación mayor a la que se registró en la elección del 2013. Estamos ya a menos de siete días de la elección.