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Cancún será una ciudad fantasma

Suegras, cuñadas y comadres. Todo parece que Cancún ya no tiene remedio. Un promedio de dos y media ejecuciones se perpetran a la semana en las calles de esta ciudad, en la que alguna vez se respiró tranquilidad.
E insisto que eso es una respuesta del crecimiento desmedido y desorganizado de la ciudad, de la terrible corrupción de los gobiernos municipales que ha tenido Cancún, y que han permitido la creación miles de viviendas que parecen palomares y que provocan hacinamientos inhumanos.
Esto ha ocasionado el rompimiento de hogares, ha generado el crecimiento de jóvenes sin atenciones, sin orientación, personas vulnerables y propensas a la malvivencia, al pandillerismo, a la drogadicción y a la delincuencia.
Así es, el Cancún de hoy fue provocado por la creación de más y más fraccionamientos de desarrolladoras que han sabido comprar la voluntad de los cabildos, los cuales a billetazos han levantado la mano para aprobar cambios de usos de suelo, densidades, para avalar la creación de casas diminutas en donde resulta imposible que una familia viva sanamente.
Y este ejército de jóvenes que crecieron en esas condiciones, representa un imán para las bandas delincuenciales que fácilmente los incitan a convertirse en parte de los suyos, para comprar y vender droga, para portar un arma y para matar.
Hoy Cancún es ya una ciudad violenta.
Un claro aviso se dio en el huracán Wilma de 2005, con los saqueos, con ese fenómeno que se dio, en el que gran parte de la sociedad local se volcó para delinquir, con una furia que la mantuvo contenida, que la mostró y que no se hizo absolutamente nada para resarcirlo.
Esto parece ya irreversible, y Cancún está destinado a convertirse en una ciudad fantasma.

Publicado por
Redacción Quintana Roo