Rodolfo G. Barradas
Escritor
A preguntas, respuestas (primera parte de dos)
Conociéndome mis amigos como soy, bohemio, trovador y muchas de las veces por demás irreverente y crítico, algunos de ellos me preguntaron si en el artículo que escribí sobre la platica que tuve con el precandidato a la gubernatura Mauricio Góngora, manifestaba prácticamente mi simpatía y adhesión a el y mis respuestas han sido, sin abandonar mis ideas y mucho menos mis ideales si, simpatizo con él porque en principio no puedo, sin que esto quiera decir sumisión sino respeto, ser partícipe de una visión diferente a la que Don Jesús Martínez Ross tiene como ícono político y parte fundamental y estructural de la historia política del Estado.
Y es que para ser honestos y sinceros con mi realidad familiar independientemente de lo que yo en lo personal pueda desear, sentir o aspirar, Don Jesus, antes que familia es mi amigo, mi compadre, muchas veces mi consejero y aliado pero en más de las veces el hombre que fincó las bases políticas en las que se sustentan los ideales de muchos políticos quintanarroenses.
Fiel a su compromiso histórico con el Estado, Jesus Martinez Ross le manifiesta su apoyo solidario y simpatía a un hombre que no necesita de herencias ni apellidos para darse nombre porque su esencia se retrata en la gran mayoría de las gentes que como yo, tuvo como cuna la necesidad y muchas de las veces las carencias propias de quién en la vida se ha propuesto luchar por conseguir sus metas y lograr sus objetivos.
Ante ese orden de ideas y ante el respeto moral y familiar que siempre he tenido por Don Jesus, aparte de que en el andar se aprende a conocer y a valorar las cosas que la vida nos ha dado muchas veces por la tenacidad y la necedad de hacer las cosas bien, Mauricio es un hombre comprometido primero consigo mismo porque para enseñar primero hay que aprender, y Mauricio tiene perfectamente claro y de ello me di cuenta cuando intercambiamos opiniones, que en el dar está el recibir y no se me olvidará algo que me dijo y de lo cual no quise hablar la vez anterior y que es…Nunca Rodolfo, podrás estar ni pasar por encima de nadie porque los jueces más críticos y severos que existen que son tu esposa y tus hijos no te lo perdonarán.
Sé que para muchos pareceré adulador pero no temo a la crítica cuando por encima de cualquier interés personal, están mis principios, mis valores, mi esencia pero sobre todo mi compromiso con el Estado que me ha dado más de lo que yo esperaba desde el mismo instante en que lleno de ilusiones y con un cargamento de sueños llegué a mi querido Chetumal en 1968, justamente el año en que Mauricio vio la luz de este planeta.