Rafa Martínez Cristo
f Rafa Martínez
El fenómeno electoral “Chacho”
Me pregunto: ¿Por qué si hay varios ex presidentes municipales que hoy buscan una nueva oportunidad, cuando lo mejor sería pedir disculpas y retirarse, el Chacho no deja su megafonito y le entra al quite? Digo, al menos tiene simpatía y originalidad.
Y es que al ver a candidatos como Greg Sánchez, Julián Ricalde y su hermana Licha, así como Filiberto Martínez, sólo me los imagino pidiendo disculpas por su osadía, afirmando que ahora sí va la buena, al fin, como en las canicas, “safín zafado, es perdonado”.
Pero no, aunque le apuesten a la desmemoria, la gente los conoce bien y creo que difícilmente dará una segunda chance.
A menos que se trate de Chacho, de aquel personaje que en realidad arrebató la atención de la gente con sus simpatía, con sus ocurrencias, con su originalidad, siendo éste el primero que le ganó al PRI una presidencia municipal en suelo quintanarroense.
Este personaje creo que sí pudiera merecer una segunda oportunidad, luego de haber sido víctima de una de las historias más nefastas en la historia política de Cancún, del Estado y no dudo que del país, de la cual prefiero no acordarme.
El único defecto del Chacho, bueno, fueron dos: Tener a Hendricks como gobernador simultáneo, siendo éste un mandatario que jamás quiso gobernar y menos si se trataba de Cancún; y el otro fue ser tan populista, aunque cabe decir, no se puede obtener adeptos de otra manera fuera del PRI.
Hoy Chacho realiza una triste función, aunque no dudo que le deje buenos dividendos, como es ir detrás del candidato del PRI-PVE con su megáfono gritando sus acostumbradas frases chistosas y originales. Hoy el PRI es el que aprovecha la creatividad de García Zalvidea que ahora pide que no voten por el bolillo ni por el amarillo…
Juan Ignacio mejor debería enseñar a los candidatos a ser candidatos, a llamar la atención, a ganar los reflectores, porque en verdad que la mayoría se ven muy burdos, al grado que esta campaña no ha logrado prender, la gente no se sabe bien el nombre de los candidatos ni a qué partidos representa cada uno de ellos, e incluso hasta los confunde, como en el caso de Greg que ya pasó del PRD al PT y del PT al PES.
En fin, hace falta más creatividad, atraer la atención con chispa, pero con la seriedad que merece la política, las elecciones y la ciudadanía.
El Chacho llegó a tener una empatía tan grande con la ciudadanía, que hasta los pequeñines lo querían, lo seguían y preguntaban por él.