RAFA MARTÍNEZ CRISTO
Los tiempos del tricolor

HIEDE.- El proceso de selección de candidato del PRI a la gubernatura se ha postergado tanto que ya empieza a despedir olores nauseabundos. Ha sido tanto el tiempo del estira y afloja y de las patas bajo la mesa, que esto ya se está descomponiendo, causándole un grave daño al partido que ha mantenido total hegemonía en la entidad.
Prueba de ello es la filtración a los medios de una reciente llamada telefónica entre el delegado de Sedesol, Fabián Vallado y el del CEN del PRI, Ulises Ruiz, cuyo contenido considero preferible ni siquiera opinar.
Da pena ajena este tipo de filtraciones, la forma en que los mismos correligionarios se espían, se balconean. Pero la verdad es que ya se habían tardado estas deleznables acciones.
Pero todo esto es provocado por las indefiniciones priistas, por la forma en que se ha estirado la liga, generando desesperación entre los aspirantes y quizá más entre los seguidores fieles a ellos, entre los que se rasgan las vestiduras en la búsqueda de un próximo hueso, entre los que no saben si tendrán o no chamba en la ubre gubernamental y que dependen de que su gallo sea el bueno.
El hecho es que si el “destape” tarda más, el PRI se irá desgastando hasta llegar muy lastimado a las campañas, con un candidato muy manoseado y, sobre todo, con una maquinaria muy cansada.
La tan cacareada unidad al interior del PRI se empieza a cuartear y urge resanarla… En caso de tardar más, podría darse un candidato caducado.