Los Pinos cree posible resolver la crisis en el poder legislativo mediante una infantiloide treta como de mal vendedor de autos: si ciertos “clientes” exigen sacar de circulación determinado vehículo (el aspirante a fiscal carnal o guardaespaldas, Raúl Cervantes Andrade), el PRI ofrece cancelar el trámite de imposición en automático, para apaciguar ánimos, instalar directivas y curso institucional en el congreso y, más adelante, buscar que el mismo automotor de alquiler (nada autónomo) sea asignado mediante una transmisión manual. “Y votaron felices”, sería el colofón esperado.
El problema no el método en sí (automático o manual), pero los encantadores de diputados y senadores de oposición (el principal, Emilio Gamboa Patrón; otro, César Camacho) hacen revolotear la presunta carta de salvación: reactivar la iniciativa enviada al Senado por Enrique Peña Nieto, a finales de noviembre de 2016, para aparentar que él no está interesado en imponer a su cuate Cervantes Andrade como fiscal transexenal, por nueve años.
En dicho texto, y ante las críticas y rechazo que desde entonces se manifestaba, EPN se manifestó contra el método automático y abogó por definir de mejor manera los términos de operación de dicha fiscalía. Desde luego, una cosa es enviar una iniciativa, para fines propagandísticos, y otra hacer que los votos priistas la aprueben. A la fecha, esa iniciativa está convenientemente atorada en el laberinto legislativo intencional. Eso sí: los voceros priistas ahora acusan a la oposición de no haber hecho lo suficiente para aprobar tan noble, visionaria y justiciera propuesta de Peña Nieto.
La oposición partidista y legislativa a Cervantes Andrade no puede darse por satisfecha con el cambio de método para su imposición, sea este automático o manual, en lo inmediato o levemente pospuesto. Lo que se impugna es la relación de dependencia política de este abogado priista respecto a Peña Nieto y la pretensión de imponerlo como fiscal por sexenio y medio para garantizar la impunidad de los grupos coaligados para tratar de impulsarlo, el felimargarismo y el peñismo.
Además del método, es necesario cambiar la esencia del modelo de esa fiscalía general de la nación, para que sirva a los más legítimos propósitos de la sociedad y no a camarillas repletas de circunstancias de corrupción y abuso de poder que deberían ser enfrentadas, en busca de castigo, por un fiscal realmente autónomo. El problema no es el método, ni el nombre y apellidos, aunque el PRI quiera jugar nuevamente el dedo en la boca a los opositores, genuinos o coyunturales, y a la sociedad, cambiando el sistema de transmisión automática al mismo modelo rechazado.
“No eres bienvenido, Felipe Calderón”, es el título de una publicación, colocada en las redes sociales, que expresa repudio a la visita al Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), programada para este lunes 11, a la una de la tarde, de quien ocupó Los Pinos de 2006 a 2012 (https://goo.gl/RtUyVL).
Los alumnos que se oponen a esa visita consideran que olvidar las consecuencias de las decisiones políticas de Calderón “es a lo que apuestan él, el grupo político que lo rodea (los calderonistas que recién vendieron al mejor postor la impartición de justicia por muchos años por venir: Gil Zuarth, Cordero, Lozano) y su familia. En foros ‘académicos’, ‘empresariales’ o de ‘liderazgo’ Felipe Calderón es recibido con aplausos y vítores. Así fue al recibir un premio durante la ceremonia de los 70 años del ITAM. Esto es un reflejo de la impunidad con la que la élite se autocomplace”.
El asomo de Calderón al ITAM, instituto que ya antes le entregó el “Premio Carrera al Universo”, es para participar en una “clase abierta” (aunque con cupo limitado: “Para confirmar tu asistencia, manda tu nombre y clave única a centrolujambio@itam.mx”, se establece en las invitaciones), referida a “Política y gobierno de México” y “Política mexicana contemporánea”.
Al respecto, los estudiantes adversos a tal encuentro argumentan: “La visita de Felipe Calderón está protegida, nos han dicho, por la libertad de cátedra. También nos han dicho que no se va a permitir ningún tipo de manifestación en las instalaciones del ITAM. En esta argumentación subyace que al ITAM le importa muy poco la expresión de los alumnos y refuerza la asimetría de poder entre profesores-autoridades y estudiantes. La consecuencia de esta política es clara: el ITAM, amparado bajo malos entendimientos de la pluralidad y la libertad de cátedra, podría ser un refugio para mentirosos, ladrones y asesinos. ¿Qué pasaría si en vez de Calderón fuera Javier Duarte o Luis Echeverría? ¿Qué pasa cuando vienen Peña Nieto y Videgaray? ¿Hubieran dejado regresar a Juan Molinar? Solo falta ver lo que está pasando en las universidades de Estados Unidos (por ejemplo, UC Berkeley) para saber que hay visitas moralmente reprobables”.
Otro visitante bajo impugnación es Enrique Peña Nieto, a quien esperan hoy en Oaxaca con una serie de manifestaciones de protesta y una gran manta (“Fuera Peña/ Peña asesino/CNTE) colocada desde ayer en un edificio, por miembros de la sección 22 del sindicato magisterial, frente a una de las obras que inaugurará el ocupante de Los Pinos en su visita a la entidad sumida en la política caciquil y patrimonialista bajo continuidad con el gobernador Alejandro Murat. Medios oaxaqueños reportaron ayer la llegada de unos dos mil policías federales para contener las protestas contra Peña Nieto.
Y, mientras la alarma sísmica era activada ayer en falso en la Ciudad de México (como si faltaran emociones fuertes a la comunidad chilanga, cuyas calles se anegan sin que haya real ayuda gubernamental, cada vez más dañadas por baches y algunos socavones), con Miguel Ángel Mancera volcado en pleno a la grilla futurista, en preparación de su intento de ser candidato presidencial del neofrentismo o, como objetivo real, negociar una cartera en un eventual “gobierno de coalición”, ¡hasta mañana, con un extraño amago más contra Mardonio Carballo, periodista y escritor náhuatl, promotor y defensor de comunidades indígenas (https://goo.gl/4nJ3UG)!