En casi toda la República Mexicana, pero en especial en los lugares turísticos, en las dos semanas de vacaciones de Semana Santa, se implementan operativos policiacos, en su gran mayoría, participando los tres niveles de gobierno y de este modo garantizar a los millones de vacacionistas, tanto nacionales como extranjeros, una estadía tranquila y placentera.

Cozumel, como es bien sabido, es de los principales puntos de visita en estos días de asueto y aprovechando que es Semana Santa, pues le pediremos a Dios que no pase nada, tanto a los visitantes como a los domicilios de aquellos locales que aprovechan para salir a otros destinos.

¿Y por qué pedirle a Dios que nada pase?, pues porque literalmente es el único que puede cuidar esta paradisiaca isla del caribe mexicano, ya que al actual gobierno municipal parece no importarle en lo más mínimo la seguridad.

En más de seis meses, en el gobierno municipal no existe un plan efectivo de trabajo en prevención y combate a la delincuencia, sumándole a esto que despidieron injustificadamente a la mayoría de los mandos policiales que tenían toda la experiencia para mantener equilibrada la seguridad.

Para rematar, ni siquiera el actual director de la policía cozumeleña diseña e implementa operativos coordinados para garantizar la estadía de nuestros visitantes y los domicilios de nuestros habitantes.

El fallido gobierno actual municipal deja en claro cada día su inexperiencia para gobernar y su falta de voluntad política para escuchar o aceptar ayuda del Gobierno del Estado o del Gobierno Federal.

Así que mis queridos lectores… aquí si aplica pedirle a Dios que nos proteja porque la autoridad municipal está en su burbuja del “no pasa nada y del todo está bien” y a aquel que se atreva a opinar algo distinto, de inmediato se le califica como un desestabilizador… ¡Hágame usted el favor!