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Adolecentes realizan nuevo reto viral con Clonazepam en Latinoamérica

En tan solo una semana, en la comuna chilena de Viña del Mar se han registrado dos casos de intoxicación colectiva de alumnos de secundaria con clonazepam, fármaco ansiolítico que en dosis mayores puede producir efectos similares al de una droga.

En ambos casos, adolescentes de octavo grado consumieron pastillas de clonazepam que una compañera de curso había llevado de su casa. De acuerdo con autoridades locales, los incidentes se deben a un supuesto reto que circula en redes sociales y que insta a los adolescentes a ingerirlo.

Chile no ha sido el único país latinoamericano donde se ha difundido el peligroso reto. El pasado mes de abril cuatro estudiantes mexicanas ingirieron el fármaco sedante antes de entrar a clases en su escuela en la ciudad de Gómez Palacio, en el estado Durango. Según informaron medios locales, las alumnas de secundaria consumieron un “cóctel” de clonazepam y refresco para “cumplir un reto lanzado en redes sociales, en el que todo aquel que consumiera la combinación, ganaría”.

En Colombia, el mismo mes de abril se reportó un caso de emergencia en una escuela de la ciudad de Cali, donde dos alumnos de 14 años y una estudiante de 11 presentaron síntomas de intoxicación. Los médicos del hospital adonde fueron llevados los adolescentes confirmaron que se trataba de clonazepam.

Les dio hipotensión y bradicardia. Eso quiere decir que los pacientes se tornan somnolientos, les da sensación de desmayo”, afirmó Alexánder Durán, secretario de Salud de Cali, y explicó que el clonazepam es “un ansiolítico que los jóvenes consumen para tener sensación de elevarse, de placer”.

Este fármaco, que se ha puesto de moda entre adolescentes latinoamericanos, se usa para aliviar ataques de pánico y en pacientes con convulsiones, ansiedad y problemas de insomnio. Los jóvenes lo utilizan como droga alucinógena, a menudo mezclándolo con refrescos o bebidas alcohólicas.

Fácil acceso

Expertos consideran que el aumento de casos de uso de clonazepam entre los adolescentes se puede atribuir a su fácil acceso. Aunque la marihuana y la metanfetamina siguen ocupando los primeros lugares entre los estupefacientes de mayor consumo, a los jóvenes les resulta fácil de conseguirlos.

A menudo, los menores simplemente roban las pastillas de sus padres que consumen clonazepam por insomnio o estrés, según explicó el doctor Juan Carlos Padilla Valdivia, director de Salud Pública Municipal en Gómez Palacio. El médico instó a los padres a “vigilar a sus hijos menores de 18 años o bien esconder las pastillas”.

FUENTE/ PERIÓDICO CENTRAL

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Publicado por
Redacción Quintana Roo
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