“La educación es la mejor herencia que podemos darle a nuestros hijos”, es una afirmación que desde décadas atrás, muchos padres de familia han considerado, para motivar a las nuevas generaciones a continuar su preparación académica y así, adquirir las aptitudes necesarias que cada día exige más el mercado laboral en un mundo globalizado y consumista como en el que vivimos.

En este sentido, las aptitudes son herramientas muy valiosas que ofrecen una ventaja competitiva ante los demás, sin que garanticen el éxito de las personas, lo que significa que a mayor nivel de estudios no es directamente proporcional la garantía de más éxito, ya que hay un complemento fundamental que hace una fórmula más completa para que esas habilidades o competencias, sean mejor aprovechadas, y es cuando están acompañadas de una buena ACTITUD.

Explicado de otra forma, la aptitud es la capacidad con la que cuenta una persona para poder hacer o llevar a cabo una actividad o función y la ACTITUD es la disposición que tiene esa persona para poner al servicio lo que sabe hacer, es el querer hacer o llevar a cabo la actividad o función, de ahí deriva el dicho QUERER es PODER, dando más peso o importancia a la actitud que a la aptitud.
Para lograr una vida más plena y alcanzar los objetivos que son planteados, tan importante es tener conocimientos y experiencia, esa capacidad para realizar cualquier función, como lo es también lo que somos, nuestra personalidad y la forma en cómo resolvemos una situación o comportamiento en determinados lugares o momentos de verdad.

En la vida, no es tu APTITUD nada más, sino también tú ACTITUD lo que le da ALTITUD a lo que haces o a lo que te dedicas. En la mayoría de las entrevistas de trabajo, el comportamiento que se adopta al momento de responder las preguntas que se hacen en los diferentes ámbitos, ya sea general o específico del puesto, determina en gran medida la probabilidad de ser contratado o no, es por ello que debemos poner especial atención a la forma en como reaccionamos a lo que sucede.

Todo lo anterior se puede palpar también en las nuevas formas de comunicación, por ejemplo en las redes sociales, es muy importante poner atención al vocabulario que usamos al expresar nuestras ideas, puesto que muchas de las empresas después de valorar el CV, optan por ampliar la investigación del personal que quiere incorporarse y aun cuando no son determinantes, si influye lo que refleja el historial, porque es parte de la personalidad del
aspirante.

Recuerda: APTITUD + ACTITUD = ALTITUD