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A la alza

Es interesante escuchar las noticias que día a día nos sorprenden con el constante incremento de crímenes en todos los ámbitos; pareciera que nuestra sociedad está completamente enferma, que le aqueja un deterioro que no parece tener solución y mucho menos un fin que beneficie a todos.

Cancún se ha visto afectado por esta epidemia, hasta hace pocos años era un polo turístico bastante seguro, podían quedarse  los cristales del auto abajo y no ser atracado, podía dormirse una siesta con la puerta abierta y nadie osaba entrar, la ropa pendía de los tendederos y amanecía en el mismo sitio, no se tenía necesidad de poner rejas en las puertas, ventanas y patios y se podía caminar en las calles por la madrugada sin temor a ser asaltado, violado (a) o asesinado y hasta descuartizado.

Las noticias son curiositas, en específico las que se emiten por los canales televisivos, donde obviamente es más controlada la expresión de las cadenas noticiosas a través de sus cientos de reporteros. Pero lo interesante es que se puedan leer textos como: “Crimen a la alza” ¡A la alza! Esos términos son propios de la Bolsa de Valores, de cuestiones económicas que beneficiarían a una sociedad, a un país -claro que en el mejor de los casos-. Pero mencionar que el crimen está a la alza es sin precedentes, es propio de una sociedad en descomposición.

Nuestra bella ciudad no merece tal situación, llegamos a forjar una ciudad nueva, llena de ideas, de ilusiones, de fuentes de trabajos para muchos, de oportunidades y por mala ventura quienes llegaron al poder sólo encontraron oportunidades de perpetuarse en las malas acciones.

El hoy gobernador en funciones, Carlos Joaquín, estableció durante su campaña que la seguridad era su prioridad, declarando textualmente: “Los robos a casa habitación, los delitos de tipo sexual, han crecido de manera muy importante, situación que se explica por la falta de servicios públicos y falta de prevención, zonas donde hoy se ven diferencias radicales con las zonas turísticas, donde aparentemente hay una tranquilidad pero los habitantes están sufriendo esa intranquilidad e inseguridad” … y todo debido a una nula vigilancia, por lo que ha pululado el pandillerismo.

Se necesita tomar al toro por los cuernos y hacer que policías y jueces lleven a cabo las sanciones y castigos pertinentes, no es posible que la lacra que ha traído a nuestra ciudad su bazofia continúe así. 

Nuestra ciudad seguirá sufriendo de más crímenes mientras los ciudadanos no se vuelvan participativos: en la denuncia oportuna entre vecinos, en la vigilancia de sus pertenencias más allá de lo establecido.

La idea es clara: no dar oportunidad al ladrón y criminal, necesitamos ser perspicaces, ir a la alza, prevenir: si tiene moto, encadénela, aun cuando resulte engorroso. Si tiene auto no deje nada de valor ni aún en la cajuela o en la guantera. Si su casa tiene algún punto vulnerable, busque los medios para asegurarle. Nunca nada es demasiado.

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Publicado por
Redacción Quintana Roo