Por lo tanto es increíble observar la actitud del Payaso Trump quien en todo momento y para todo, el utiliza los gritos y sombrerazos para darse a respetar, tal es el caso del reportero de CNN, Jim Acosta, a quien además de no cederle la palabra, mandó a sus guaruras a sacarlo del recinto, expresando: ““Tú no, tú no. Tu medio es terrible. Cállate, cállate. No seas maleducado. No te voy a dar el turno de preguntar. Ustedes divulgan noticias falsas”, y nuevamente regresamos a la vulgar forma irracional de los gritos y sombrerazos, donde la palabra inteligente no se hace presente.
El Payaso, tiene unas formas deplorables y así mismo está sucediendo con el tema del muro, se ha convertido en una serie de dimes y diretes que más bien nos encontramos en un mercado donde los gritos y amenazas imperan por la violencia y agresión.
Por igual sucede con nuestro Ilustrísimo, quien actúa de forma similar: “a gritos y sombrerazos” otorgándole un interés e importancia más allá de la que se merece el Payaso Trump, pero es entendible su actuación ya que al no ser un hombre estudiado carece de conocimientos políticos, como por ejemplo la existencia del Tribunal de La Haya, donde se desahogan problemas internacionales entre países.
No puede ser que el Ilustrísimo continúe el juego de alguien que a leguas se visualiza como un agresor del buen entendimiento y es por ello que si tuviese clase política de alto nivel el Ilustrísimo y su absurdo gabinete, dejarían de estarle dando respuestas infantiles: “México, no pagará”.
El Tribunal de La Haya podrá ser el instrumento útil para resolver una situación de irracionalidad por parte del Payaso. ¿Qué opina?