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A 30 años del AZT, el PrEP ayuda a prevenir el VIH

El desarrollo científico de la última mitad del siglo XX y principios del siglo XXI, no da tregua para una reflexión ética serena; se puede afirmar que uno de los problemas más acuciantes de la medicina contemporánea es de índole bioética. Si bien luego de reportarse en 1981 casos de neumonía y de un cáncer de piel llamado Sarcoma de Kaposi en hombres homosexuales de Los Ángeles y Nueva York, comenzó aflorar un misterio para médicos e investigadores que no sabían lo que les sucedía y ni mucho menos con que medicamentos disponibles tratarlos.
En 1987 el AZT (zidovudina) era la droga utilizad para el cáncer, que también se comenzo a indicarse por su efectividad para retardar la multiplicación del VIH en la sangre de los pacientes, siendo hasta 2011 cuando se comenzó a combinar esta droga con otros 30 medicamentos, no para matar el VIH sino para controlar su replicación en un punto específico de su ciclo de vida.
Desde hace unos años el uso de la profilaxis Pre-exposición (PrEP, siglas en inglés) se ha convertido en una estrategia de prevención de la infección del VIH para quien no vive con el virus ya que puede tomarse antes de entrar en contacto en una práctica sexual y con el VIH, teniendo una efectividad del 98%, reduciendo un riesgo posible a infectarse.
Sin tratar de estigmatizar a los hombres gay y bisexuales, mujeres transgénero y a los hombres y mujeres heterosexuales, el PrEP está demostrando reducir el riesgo a una posible infección por contacto sexual y para quienes utilizan drogas inyectadas evita una posible infección por el uso de agujas contaminadas, pero su efectividad no protege contra otras infecciones de transmisión sexual (ITS), ni previene los embarazo, sin que tampoco sea la nueva cura para el VIH.
En 2012 la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) aprobó Truvada para utilizarlo como tratamiento pre-exposicional PrEP para tomarlo una vez al día de manera oral donde sus dos sales la Emtriva (también llamado emtricitabina o FTC) y el Viread (también llamado tenofovir disoproxil fumarate o TDF), trabajan bloqueando una enzima del VIH llamada transcriptasa reversa misma que impide que el VIH haga más copias de sí mismo en el cuerpo. El uso de Truvada como tratamiento pre-exposicional PrEP reduce en las personas que no viven con VIH el riesgo de infectarse en un 96% a 99%, tomando una píldoras todos los días sin dejarlo de hacer ya que una omisión el nivel de protección podría disminuir.

Publicado por
Redacción Quintana Roo