Santiago Rodas / Grupo Cantón
Cancún.- La familia de la pequeña Keílani Yamileth, de cuatro meses de edad, denunció que la bebé perdió el brazo derecho tras recibir atención en el Hospital General Jesús Kumate Rodríguez, donde fue ingresada el pasado 20 de agosto por un cuadro de vómito, diarrea, fiebre y deshidratación.
De acuerdo con el testimonio de sus familiares, la menor fue canalizada para recibir suero intravenoso; sin embargo, señalan que la aplicación incorrecta del procedimiento y la falta de supervisión derivaron en una inflamación severa que ocasionó la pérdida de circulación en el brazo. Finalmente, los médicos determinaron la amputación.
Los familiares afirman que durante la hospitalización, la bebé fue atendida por varios pasantes sin autorización expresa ni acompañamiento profesional. Además, denunciaron que, cuando pidieron explicaciones, fueron advertidos con posibles represalias legales en caso de retirar a la menor del hospital.
Posteriormente, Keílani fue trasladada al IMSS y, más tarde, a la Ciudad de México, donde especialistas detectaron complicaciones adicionales en su salud, incluidas afectaciones pulmonares.
La familia exige que se realice una investigación exhaustiva, se apliquen sanciones a los responsables y se refuercen los protocolos de supervisión en la atención hospitalaria, especialmente en pacientes pediátricos. También adelantaron que buscarán una indemnización por el daño físico y emocional sufrido.
Hasta el momento, no se ha informado de médicos suspendidos ni sancionados en relación con este caso.
El nombre de Keílani se suma a la preocupación ciudadana sobre la calidad de la atención médica en hospitales públicos y la necesidad de reforzar la supervisión profesional en procedimientos de alto riesgo, con el fin de evitar que hechos como este se repitan.