Redacción / Grupo Cantón
Tulum.- Cada noche, en silencio y bajo las estrellas, grupos de tortugueros recorren las costas de Tulum para resguardar los nidos y crías de tortugas marinas, una labor clave para la conservación de especies amenazadas que visitan esta región.
En este litoral se tiene el privilegio de recibir a cuatro de las seis especies que llegan a México: la tortuga caguama (Caretta caretta), la tortuga verde (Chelonia mydas) —conocida como “la tulumnense” por su alta presencia en la zona—, la tortuga carey (Eretmochelys imbricata) y la tortuga laúd (Dermochelys coriacea), la más grande del mundo. Todas se encuentran catalogadas en diferentes niveles de riesgo, por lo que su protección es prioritaria.
Los voluntarios y especialistas trabajan durante toda la temporada de anidación para marcar, vigilar y proteger los nidos, evitando que sean dañados por actividades humanas o depredadores. Además, realizan liberaciones controladas de crías, contribuyendo a que más ejemplares lleguen al mar.
Las autoridades y organizaciones locales hacen un llamado tanto a residentes como a turistas a respetar las zonas señaladas en la playa, no ingresar con mascotas, evitar luces intensas por la noche y recoger toda la basura. Estas acciones simples pueden marcar la diferencia en la supervivencia de las tortugas marinas.
La temporada de anidación es uno de los fenómenos naturales más significativos en Tulum, y su preservación depende de la participación conjunta de comunidad, autoridades y visitantes.