TULUM,Quintana Roo.-Cada año por las plazas comerciales anexas a la Zona Arqueológica de Tulum circulan más de millón y medio de visitantes; la mayor parte extranjeros. Todos buscan maravillarse con el sitio histórico situado entre los principales del mundo. Pero en las áreas comerciales y gastronómicas las condiciones de higiene son críticas ante el desinterés de todas las autoridades sanitarias pues una ola de cucarachas asuela a cada visitante causando muestras abundantes de asco y temor que quedarán impregnados en sus recuerdos.
Un foco de infección y un peligro latente de contagios y enfermedades para el turismo que visita Tulum está presente en todo momento y a la vista de todos en la zona comercial anexa al sitio histórico más importante del estado: una infestación extrema de cucarachas sale de todas las alcantarillas y corre frente a los ojos horrorizados de unos y llenos de repulsión de otros, sobretodo en la Plaza del “Centro Artesanal Tulum Mágico” junto a los restaurantes y cafeterías más exclusivas.
Al caminar por los pasillos de las plazas comerciales que cobran precios estratosféricos por la renta es imposible evadir la cantidad de blatodeos, como es el nombre científico de las cucarachas, que además están asociadas a diversos riesgos para la salud pues son portadoras de bacterias como la salmonella o que provoca gastroenteritis; una enfermedad de lo más común en Tulum.
Según los estudiosos de esta infestación hay unas cuatro mil quinientas especies de cucarachas. En las plazas comerciales de la Zona Arqueológica parece que se dan cita todas las existentes.
Varios turistas han optado por no tomar la foto del recuerdo en una zona donde se cuentan por miles los cuerpos pisados de los insectos que también provocan graves crisis asmáticas con su presencia.
“Da un tremendo asco y repulsión ver tanta cucaracha en un sitio que se considera tan turísticamente importante en el mundo: es inconcebible el descuido de los empresarios que aquí operan pero también la negligencia de las autoridades sanitarias”, dijo Eduardo Trujeque, un turista mexicano que tuvo que retirar de un manazo una cucaracha que llegó volando a su mano. (Rosario Ruiz/QUINTANA ROO HOY)