Redaccion / Grupo Cantón
Cancún.- Los casos de apropiación cultural de la propiedad intelectual de pueblos indígenas, como los “huaraches” de Adidas, o la polémica por el maya azul, demuestran la necesidad de contar con leyes sólidas que protejan este patrimonio inmaterial, afirmó Pablo Martínez Flores, director del Centro de Apoyo a Indígenas Migrantes de Quintana Roo.
En entrevista, el activista lamentó el caso de Luis May, ceramista que dio talleres sobre el azul maya, en el que una de sus alumnas, Anna Sofía Racanski, luego presentó su trabajo como una creación propia; similar a la apropiación cultural realizada por Adidas, a copiar el tejido y el diseño de los huaraches de Oaxaca.
“Hay un despojo de la cultura patrimonial de los pueblos originarios, que debe ser sancionado, para que se respete su legado y propiedad intelectual”, aseveró el activista.
Si bien estos casos han generado presión social y resultaron en las disculpas de ambos infractores,
“tiene que existir bases legales sólidas para que se revindique la autoría de los pueblos originarios, para que se cumplan los derechos de estos pueblos”, alegó.
“No bastan las buenas intenciones y los discursos sobre su importancia”.
SUPLANTACIÓN ELECTORAL
Otro insulto y engaño para los pueblos indígenas es que personas ajenas a estas comunidades y a sus luchas se queden en los espacios de candidaturas que les corresponden como acción afirmativa.
En este tema, el Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo) ha señalado que la pertenencia a los pueblos originarios se hace por autoadscripción de sus integrantes, situación que se presta para ser aprovechada por políticos sin escrúpulos.
“Lo que dijimos es que debe cumplirse el tema identitario de acuerdo a la trayectoria cultural de cada individuo. No puedes ponerte un huipil o tomarte la foto con unos indígenas y decir que estás en el tema”, criticó. “Esto es como en el trabajo, debes comprobar que sabes”.