KANTUNILKÍN,Quintana Roo.-Posiblemente fue por una cuestión divina y otras personas la califican como una suerte, porque fue a través de sueños que aprendí los trabajos de recibir los niños”, subrayó, Trinidad Canul Baas, una persona de la tercera edad, que se ha dedicado por más de 40 años a la labor partera empírica.
Entrevistada por Quintana Roo Hoy, explicó que en un inicio, dentro de su sueño se daba cuenta de cómo una persona empacaba una cobija en sus hombros y le decía cómo recibir a los niños cuando estaban a punto de nacer.
De igual forma, dijo que en otras ocasiones soñaba que estaba con flores e iba de rodillas dentro de la iglesia de la Inmaculada Concepción, patrona de esta ciudad.
VISIONES
Comentó que en ese tiempo de manera extraña empezó a enfermarse y de repente se dio cuenta que llegó una persona que no reconocía su identidad y afirmaba que escuchó la voz de su esposo, Ambroncio Chan Canul, quien actualmente tiene 90 años de edad; de tal forma que pensó lo peor, porque se mencionaba que cuando te hablaba un familiar podría haber fallecido, ya que en ese tiempo su marido había ido a su trabajadero (milpa).
Sin embargo, cuando cayó la tarde llegó su cónyuge y se tranquilizó, pero tenía un dolor en el brazo, al grado de que no podía levantarse de la hamaca.
En ese tiempo no creía en las personas que se dedicaban a los trabajos como yerbateros, que eran personas consideradas que sacan suerte o curan a personas con rezos y dan remedios con baños de hierbas, pero le sugirieron que acuda a visitar a uno porque podría empeorarse el dolor, ya que los médicos no detectaban nada.
Destacó que de los dos yerbateros que visitó, en lengua materna le decían que debía hacer los trabajos que le estaban encomendando, porque sería visitada por pacientes, a pesar de que su labor como partera no había comenzado, pues en ese momento se oponía a realizar esta actividad.
Los yerbateros le aseguraron que el primer bebe que recibiría sería entre vergüenza y miedo; y su primer nieto de nombre, Antonio Chan Dzib.
INICIOS
“Al inicio las mujeres embarazadas acudían a mi casa a pedir que yo les dé una sobada, porque en ocasiones viene él bebe parado, atravesado o sentado, de tal forma se los acomodo para que el día del parto todo sea normal y no haya necesidad de alguna cesárea”, destacó.
Sin embargo, dijo que cuando detecta que la mujer es estrecha y no hay forma de que nazca de manera normal de inmediato lo recomienda a la ciencia médica para la operación correspondiente.
Precisó que las autoridades de la Secretaria de Salud, al enterarse de que realiza trabajos de partera de inmediato la invitaron a participar en una serie de talleres en la ciudades de Cancún, Chetumal y hasta en CDMX, para que tenga mayor conocimiento de la forma de cómo va aplicar la vacuna de parto.(Raúl Balam/Quintana Roo Hoy)