LÁZARO CÁRDENAS, Quintana Roo.- La maleza invade y destruye vestigios arqueológicos, entre ellos dos murales mayas de la comunidad de San Ángel, cuyos ejidatarios en forma infructuosa han solicitado al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que implemente un plan de conservación de ese punto arqueológico y por otro lado la promoción de las riquezas naturales que pretenden explotar a través de proyectos ecoturísticos.
Los caminos hasta los vestigios mencionados del ejido de Chiquilá, anexo San Ángel donde ya se perdieron los colores de unos murales mayas son inaccesibles.
Las “ruinas” como la conocen los ejidatarios se encuentran a 15 kilómetros al este de la comunidad de San Ángel hasta donde uno de los ejidatarios accedió a llevarnos con su camioneta.
El entrevistado explicó que, durante mucho tiempo, los ejidatarios mantuvieron en resguardo los vestigios arqueológicos conformado por tres montículos y varios muros, en los que los mayas tenían escrituras, que al paso del tiempo se han perdido. Aunque no existen estudios realizados sobre el punto mencionado, se dice que los vestigios arqueológicos de arquitectura megalítica datan presumiblemente del Clásico Temprano.
Una antigua construcción de palmas de huano que protegían las esquelas de la intemperie ha caído y las raíces de los enormes árboles contribuyen al deterioro de los muros e infinidad de piedras de lo que fueron columnas se encuentran dispersas entre bejucos y la maleza.
A esa altura, los aviones que aterrizan en Cancún ya pasan a baja altura sobre la zona, dejando constancia la cercanía de los vestigios con “Boca Iglesias” al norte de este estado.
De acuerdo con información recabada entre los habitantes, el asentamiento de Boca Iglesia (que los campesinos relacionan con este punto) puede dividirse en dos partes: el indígena (precolombino) y el colonial.
Para finales del siglo XV, la zona norte de la península de Yucatán se encontraba dividida en 16 grupos mayas.
A 300 metros al sur de las edificaciones coloniales se encuentran los vestigios de un asentamiento maya, aunque el de San Ángel, los ejidatarios dicen que se encuentra a una distancia de 10 kilómetros de “Boca Iglesias”.
Luis Méndez/ Quintana Roo Hoy