LÁZARO CÁRDENAS,Quintana Roo.-Los habitantes de la Zona Maya siempre creerán y seguirán creyendo en el misticismo que rodea los bosques, los pueblos, sus milpas y sus hogares como nos cuenta el señor, Camilo Canul Nahuat de San Martiniano.

En una visita a su domicilio, don Camilo dijo que la fecha se pueden escuchar todo tipo de relatos, desde la legendaria “Xtabay”, el “way chivo” entre otros, transmitidos de generación en generación. Pero lo más relevante es el caso del “Alux”, el “duende maya”, el implacable cuidador de las milpas.
En su lengua materna, el maya, relata: “En la noches tibias y apacibles de nuestros poblados, noches en que el aire se satura con el aroma de la acacia o Kántilis (flores nocturnas) y se salpica con las chispas verdosas del Kokay, (luciérnaga), nos cuentan los abuelos las cosas del pasado, del remoto pasado.

Los secretos que ya han sido olvidados por los hombres; las potencias ocultas que nuestras palabras ya no saben invocar; los misterios que siempre nos rodean, pero que solo pueden ser vistos por los ojos de inocentes y en perpetuo asombro de los niños o por los ojos perspicaces e instruidos de los viejos. Entre otras muchas cosas, nos cuentan los abuelos lo que eran, y aún son, los ‘aluxes’”.

 
Mencionó que cuando un hombre ambicioso y trabajador llegaba a ser propietario de milpas y tierras y otras varias riquezas que por sí solo ya no podía cuidar de codicias extrañas, recurría a algún afamado “J’men”, (sacerdote maya), para pedirle que con su sapiencia y mágicos poderes creara y pusiera en su ayuda un “alux”.

 
“Convenía con el ‘J’men’ una buena paga en frutos de la tierra y en objetos valiosos, pues crear un ‘alux’ era labor difícil y prolongada; labor de mucha ciencia, debidamente apoyada con ofrendas y rogativas a los seres ancianos que gobiernan la vida en la tierra, en el agua y en el aire” sostiene.(Luis Méndez/Quintana Roo Hoy)