CRISTINA ESCUDERO
GRUPO CANTÓN

CANCÚN.- No obstante que estuvieron varios meses sin poder vender por la contingencia sanitaria, el retorno de los vendedores ambulantes a su fuente de trabajo resultó más complicado de lo esperado, pues además de la falta de turismo que les compre sus productos, ahora deben sacar hasta debajo de las piedras para poder pagar entre cuatro mil y siete mil pesos a funcionarios del departamento tanto de Ingresos como de Fiscalización quienes les exigen esa cantidad para poderles otorgar un permiso para colocarse en áreas no permitidas.

Los denunciantes reconocen que las personas que están al frente de estos sobornos son, los directores de Ingresos, Wilfredo Ávalos Cortez, y el de Fiscalización, Raymundo López Martínez, quienes repentinamente empezaron a otorgar permisos a los pequeños comerciantes para colocarse en zonas prohibidas.

Al menos una docena de comerciantes ocupan el malecón Rueda Medina, por lo que funcionarios del departamento de Ingreso y Fiscalización, están haciendo un negocio redondo al pedirles mochadas de más de cuatro mil pesos para dejarlos trabajar “en paz”, pese a que está prohibido colocarse en dicho lugar.

Además, los comerciantes fijos y que pagan rentas millonarias en la avenida Rueda Medina se han quejado de la presencia de los ambulantes al otro lado de la avenida, ósea en la zona de playas y esto les resta clientes, sin embargo hasta ahora que uno de ellos se atrevió a denunciar es que se supo el porqué cuentan con “permisos” para trabajar en un área prohibida y aunque no pagan renta, sí tienen qué soltarles una “mochada” a los de fiscalización.

Algunos vendedores ambulantes de la zona, dicen tener permisos para colocarse en el lugar desde hace 20 años, y ahora ellos se suman a las denuncias en contra de los trabajadores del Ayuntamiento.

Por lo anterior, es que no dudan que los vendedores que se ponen en áreas prohibidas como la jardinería, estén pagando su “derecho de piso” a los funcionarios de Ingresos y Fiscalización.