En las elecciones del pasado domingo 6 de junio, perdió el municipio de Tulum donde Victor Mas Tah fue cómplice de sus despojos
Cristina Escudero
grupo cantón
TULUM. Es evidente que los pésimos resultados obtenidos en esta reciente elección dan cuenta del hartazgo de la ciudadanía en contra de la administración que encabeza Carlos Joaquín González a quien no sólo le quitaron el municipio “familiar” Cozumel, sino destino claves y que le interesaban conservar como el caso de Tulum, donde los ciudadanos le dieron la espalda a Victor Mas Tah, a quien no le perdonaron que haya sido cómplice del mandatario, pues hay evidencia de que solapó el despojo que hizo el cuñado del gobernador, José María Rejón de la Guerra, quien a través de una fraudulenta compraventa, se quedó con un rancho de 37 hectáreas, ubicado en Akumal.
Cabe recordar que José María Rejón, es acusado de haber despojado a don Antonio Manrique Mac, un anciano discapacitado, de un terreno de 37 hectáreas y sobre este tema, la abogada Fabiola Cortés Miranda, fue quien dio parte de cada uno de los detalles en el que salió a la luz, la forma en que le arrebataron su patrimonio al señor de origen maya, utilizando todo el aparato gubernamental, así como a la Fiscalía General del Estado (FGE) para cometer el hecho.
En ese sentido, la Unidad de Transparencia de Tulum se negó a proporcionar los documentos relacionados con los trámites de la fraudulenta compraventa, pues como parte de la compraventa del Rancho La Caverna, a la escritura pública realizada por el notario público 85 de Yucatán, Rodolfo Cerón Palma, se anexaron una serie de documentos que eran indispensables para concretar la compraventa como la cédula catastral, el pago del impuesto predial actualizado, el certificado de deslinde de medidas y colindancias y la constancia de no adeudo por cooperación de obra, entre otros, sin embargo, dichos documentos fueron tramitados por “alguien” ante el ayuntamiento de Tulum, pero no fue el señor Antonio Manrique Mac ni nadie relacionado con él.
*En estos hechos está involucrada la familia de Carlos Joaquín González en complicidad con funcionarios de la FGE
PURAS MENTIRAS
Por lo anterior, mediante diversas solicitudes de datos personales realizadas a nombre del señor Antonio Manrique, se requirió al ayuntamiento de Tulum proporcionar copia de los trámites realizados y de los recibos de pago relacionados a los trámites. Pero, la Unidad de Transparencia de Victor Mas Tah respondió con diversos pretextos, como un acuerdo de inexistencia, o que los documentos solicitados no estaban a nombre del solicitante o incluso que para la “expedición de copias” se tenían que cumplir una serie de “requisitos, documentos y pago de derechos”.
A la solicitud de datos personales 00020721 en la que se requirió a nombre de Antonio Manrique Mac “copia del documento en el que conste la solicitud del trámite, mediante el cual se requirió la cédula catastral del predio La Caverna con clave catastral 109015000050078, folio número 25518 de fecha 25 de marzo de 2019”, la Unidad de Transparencia de Tulum contestó lo siguiente:
“(…) de conformidad con el Acta de la Sexagésima Tercera Sesión Extraordinaria del Comité de Transparencia del H. Ayuntamiento de Tulum, Quintana Roo del 23 de febrero de 2021, se confirma la inexistencia de documentación relativa a la copia de la solicitud de trámite mediante el cual se requirió la cédula catastral del predio La Caverna (…)”.
*Fue la activista Fabiola Cortés, quien denunció el despojo del cuñado del gobernador de un rancho a un anciano maya
En otra de las solicitudes, se requirió copia de pago de la constancia del impuesto predial, respondiendo el director de ingresos de Tulum, Rafael Aznar Martínez, toda vez que la información solicitada no corresponde “a su información personal”; lo que quiere decir, que al estar el predio a nombre del cuñado del Gobernador, José María Rejón de la Guerra, el señor Antonio Manrique Mac, no podía tener acceso a la información.
Mediante solicitud número 00025521 se requirió “copia del recibo de pago del trámite de la Constancia de no adeudo por cooperación de obra pública municipal, con número de oficio DGDUYE/1305/19 del predio rústico La Caverna (…) de fecha 6 de mayo de 2019”.
En su respuesta, Gerardo Arturo Orozco López, titular de la Dirección General de Ordenamiento Ambiental, Urbano y Cambio Climático, contestó: “haciendo una búsqueda exhaustiva en los archivos y expediente que obra en esta Dirección (…) se encontró el oficio DGDUYE/1305/19 (…) y los recibos de pago (…). Sin embargo, la expedición de copias simples es un trámite que tiene una serie de requisitos, documentos y pago de derechos que el solicitante debe cumplir (…).
Aquí es importante mencionar que lo solicitado por Orozco López es improcedente, puesto que los documentos se requirieron vía electrónica y deben entregarse gratuitamente digitalizados.
Victor Mas Tah, pensó que la ciudadanía le daría el voto de confianza por tres años más, pero su estela de corrupción, es demasiado cínica y su complicidad en la fraudulenta compraventa efectuada por el hermano de Gabriela Rejón de Joaquín, la primera dama de Quintana Roo, fue clave para que lo rechazaran a él y al gobernador que buscaba la permanencia de su fiel amigo en la presidencia municipal.
Otro de los funcionaros municipales que participó en este acto fraudulento es para despojar de su terreno al señor Antonio Manrique Mac, es Carlos Humberto Pereira Vázquez, director del Registro Público de la Propiedad y el Comercio, al que se le requirió “copia de la solicitud de inscripción del primer aviso preventivo del predio rústico La Caverna (…) para saber qué persona tramitó la misma (…)”; pidiéndosele además copia del recibo de pago de este aviso.
Carlos Humberto Pereira respondió a la solicitud 00124121 señalando los servicios que presta el Registro Público, y argumentando que “esta Dependencia únicamente puede expedir copias certificadas y no simples como hace referencia el Código Civil”.
Esto quiere decir que el titular del Registro Público fingió no entender que lo que estaba atendiendo era una solicitud de datos personales y no un trámite registral, negando así el acceso al trámite del primer aviso preventivo realizado por una persona que no fue Antonio Manrique Mac ni nadie autorizado o relacionado con él puesto que el anciano maya no tenía la intención de vender su rancho.
*Fue la activista Fabiola Cortés, quien denunció el despojo del cuñado del gobernador de un rancho a un anciano maya
Víctor Mas Tah, quien salió a decir antes del conteo del PREP que las cifras lo favorecían para reelegirse como alcalde, utilizó la Unidad de Transparencia para evadir su obligación de proporcionar los datos personales requeridos, y en una primera respuesta, contestó a todas las solicitudes que para acreditar la identidad del titular o la personalidad con la que actúa el representante, era necesario presentar el certificado de libertad de gravamen actualizado o vigente y la escritura o el título del predio rústico La Caverna.
Lo anterior, fue solo una traba más que pretendía imponer la Unidad de Transparencia de Víctor Mas Tah, puesto que la Ley de Protección de Datos Personales no requiere mayores requisitos más que acreditar la personalidad del solicitante, lo que se puede hacer con la credencial expedida por el Instituto Nacional Electoral, por lo que a la prevención hecha por el ayuntamiento de Tulum, se dio la debida respuesta: Es infundada la prevención planteada puesto que el artículo 53 de la Ley de Protección de Datos personales señala que para el ejercicio de los derechos ARCO será necesario acreditar la identidad del titular, y dicha acreditación la realicé con la copia de mi credencial de elector, como lo marca el artículo 54, inciso I, letra a). Sin que el suscrito deba satisfacer ningún otro requisito, tal como lo prevé el numeral 57 de la ley de la materia, por lo que solicito se dé trámite a la presente.
Una vez salvada la prevención hecha por la Unidad de Transparencia que no era más que un pretexto, la Unidad de Transparencia de Tulum, contestó a todas las solicitudes con pretextos y en todos los casos negó los documentos.