FELIPE CARRILLO PUERTO, QUINTANA ROO.- La Cruz en un símbolo de la iglesia católica que ha predominado en diferentes partes del mundo, el respeto que le tienen los feligreses ha derramado sangre de inocentes e inspirado que en otros continentes la adapten como una salvación de vida, o una creencia del mundo divino.

En esta historia, el maestro Marcelo Jiménez, promotor cultural, director del museo de la ciudad, caricaturista, pintor y muralista, nos habla de la “Santísima Cruz Maya”.

Lleva a diferentes partes de la República y al extranjero la cultura milenaria de los antiguos mayas, antes de la llamada “Guerra de Castas”.

La historia relata que la Santísima Cruz, de la religión maya “macewal” (palabra que se le daba a un indígena) surgió el mes de octubre de 1850, luego de tres años de haber iniciado la Guerra de Castas, en la antigua Noj Kaj Santa Cruz Xbaalam Naj, hoy ciudad de Felipe Carrillo Puerto, decretado Capital de la Cultura Maya.

Los antiguos mayas tenían sus dioses al igual que las culturas egipcia, hindú, árabe, etc., pero para los abuelos de esta cultura milenaria surgió algo inesperado ya que tendrían que aceptar una nueva religión, la vendría a prevalecer de forma permanente, y fue la santísima cruz, que vestida con hipil, enviaba mensaje en lengua maya.

De 1850 a1857 se le veneró en el primer santuario donde surgió, ubicado a un costado del cenote que se encuentra a cinco cuadras al poniente, que corresponde al actual parque central hoy llamado “Ignacio Zaragoza”.

Para 1858 es trasladada a su nuevo templo Xbáalam Naj, donde los antiguos mayas le rindieron culto y veneración hasta mediados del año de 1900, esto fue cuando los mayas rebeldes iniciaron el repliegue y desalojo de la ciudad santa ante la llegada de las tropas del general Ignacio Bravo, quien se adueñó de la ciudad el 4 de mayo de 1901, y fue recuperada por sus legítimos fundadores en 1915.

Para 1917 el General Francisco May, como nuevo líder de los rebeldes mayas, y para evitar que sus gobernados se salgan de control decidió restaurar el culto a la santísima cruz, por lo que mandó a construir en 1925 a un costado del templo Xbáalam Naj, tratando de instaurar nuevamente el culto a Santísima Cruz Maya, donde se apostaron guardias para la seguridad de la reliquia sagrada.

El grán “Tatich” (el primero, el antiguo) seguía como líder en el año de 1929 y firmó un acuerdo de paz con el gobierno de México, que incluía obediencia, condiciones que inconformaron al capitán Concepción Cituk y al Sargento Evaristo Sulub, tomando por asalto la capilla del general maya; y por represalia se llevaron las santísimas cruces a la comunidad de Tixcaacal Guardia, donde era el principal núcleo de la resistencia rebelde maya.