La tradicional fiesta del poblado de “El Cedral” es una de las más antiguas de Quintana Roo. Data de 1848, cuando don Casimiro Cárdenas, quien huía de la Guerra de Castas, fue salvado por la Cruz de Sabán que cargaba, por lo que al poder llegar a la isla de Cuzamil, en su honor y como agradecimiento, inició esta celebración, a la que bautizó como “La fiestas de la Santa Cruz”, que hasta la fecha, sus descendientes mantienen viva y que se ha extendido hacía cozumeleños y visitantes, convirtiéndose en una de las fiestas más tradicionales, que conjuran lo religioso, lo cultural, feria, espectáculos y ganadería.
Según la historia, don Casimiro Cárdenas sobrevivió a una matanza en una iglesia de Yucatán. Cuando despertó tenía entre las manos una cruz, a la que prometió adorar y venerar si encontraba un lugar tranquilo para vivir. Guiado por ella y cargándola, llegó a el “El Cedral” el 3 de mayo, fecha en la que quedó instaurada la celebración como la fiesta de la santa Cruz de Sabán.
Don Eligio Cárdenas Montero es heredero directo de don Casimiro. Nació en 1933 y ha visto crecer esta tradición con el paso de los años ya que ha vivido toda su vida en el poblado de El Cedral. Narró que cuando era niño, él se divertía jugando mientras veía cómo llegaba la gente para esta celebración, por medio de barcos, caminando, a caballo o como podían.
La mayoría de los peregrinos llegaban por medio de embarcaciones y se quedaban en la playa conocida como El paso del Cedral, y posteriormente acarreaban sus cosas a caballo, y tardaban poco más de tres horas en llegar, a través de las brechas, internándose en la selva, hasta llegar al pequeño poblado.
Narró que ha visto cómo los peregrinos pasaron de ser solo su familia y amigos a ser más de 100 personas, y hasta el día de hoy son muchísimas las familias que cada año se adhieren a esta tradición.
Con el paso de los años se construyó la carretera, llegaron los servicios públicos, que impulsaron la celebración, así como de ser una pequeña iglesia de un cuartito, luego dos y hasta hace una década más o menos, se construyó una iglesia con la ayuda de uno de los pobladores más tradicionalistas y religiosos, quien se convirtió en capellán de la iglesia de “El Cedral”, German García Padilla, quien hace un par de años falleció dejando este legado que continua con las misas durante toda la celebración.
Junto con su compañera de vida Yolanda Ávila Bacelis, han sido testigos de la evolución de esta hermosa tradición en la isla que enorgullece a todos los cozumeleños, la cual de ser un festejo comunal, se ha convertido en una de las celebraciones más importantes de este destino y del estado la cual continúa con sus hijos.
Don Eligio “Licho” Cárdenas se ha convertido en el “Bastonero Mayor” de las fiestas y él es el responsable, junto con su familia, de organizar las novenas en honor a la Santa Cruz de Sabán, y es quien anuncia y da comienzo al tradicional baile de “La Cabeza de Cochino”, que se realiza el 3 de mayo y con el que culminan las fiestas.
Las familias cedraleñas, así como quien desee, puede hacer la promesa de realizar este baile durante tres años seguidos, y después pasar la estafeta a sus hijos y así conservar la tradición, la cual ha sido bailada por cada uno de los gobernadores del estado y presidentes municipales.
Esta parte de la celebración, a la que también está invitada la población de Cozumel, es organizada por los descendientes de Casimiro Cárdenas, avecindados y ejidatarios de Villa Cozumel.
La celebración de la Feria, es desarrollada netamente con el apoyo del gobierno del estado a través de la Fundación de Parques y Museos de Cozumel en esta edición del 28 de abril al 3 de mayo, haciendo de esta un evento en el que se presentan grupos populares para alegría de los participantes de esta celebración, además de otros elementos como las carreras de caballos, expo ganaderas, corridas de toros, y otros como la feria con juegos mecánicos, eventos culturales, orquestas de jarana, bailes típicos, eventos deportivos y juegos mecánicos, entre otra gama de eventos que conjugan la diversión con la tradición.
El poblado ha evolucionado y se ha modernizado con la construcción de dos grandes palapas, en una de ellas se realizan los eventos, como la presentación de “La Flor más Bella de El Cedral”.
Alberto Tejero
grupo cantón