COZUMEL. Durante la conferencia matutina del martes del presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, se dio a conocer la enajenación de bienes para dos próximas subastas, entre las que destacan las casas presidenciales de Acapulco y Cozumel.
En las redes sociales gustó la noticia y a su vez la petición a AMLO de que la de Cozumel se convierta en un centro deportivo de alto rendimiento, o sea donada a la Sedena para la base anfibia de entrenamiento de las fuerzas especiales de México y del mundo, que hoy opera pero no tiene instalaciones adecuadas.
El director general de Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), Ricardo Rodríguez Vargas, quien dirigirá el Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado, dio a conocer que en un mes se pretende esta subasta. Cabe señalar que la de Cozumel, la Quinta Maya, está a la orilla de la playa y tiene una extensión superior a la hectárea y media.
En dicha conferencia, se anunció que el recién creado Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado, será dirigido por el actual director del SAE, y que se realizarán estas dos subastas públicas de bienes que eran del gobierno, y lo que se recaude será destinado a los municipios pobres del país, para la Estrategia Nacional de Prevención de Adicciones y para pueblos pobres de Guerrero.
La Quinta Maya está frente a la Base Área Militar Número 4 (BAM#4) de la Fuerza Aérea Mexicana y colinda al norte con la Guarnición Militar del Ejército Mexicano, mientras que al oeste sus terrenos terminan en la zona marina. Fue construida durante el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000).
Consta de la casa de descanso presidencial, casa principal y tres casas tipo bungalós de material individual para invitados, cancha de tenis y básquetbol, áreas verdes, estacionamientos, muelles, palapas de descanso, cocina equipada, entre otros.
En las redes sociales piden que se convierta en un centro de alto rendimiento para distintas disciplinas cuyas instalaciones, o en una base de operaciones de los equipos de las fuerzas especiales anfibias de la Sedena, cuyo proyecto ha existido durante años y aunque acuden elementos de milicias del mundo, no cuentan con una base para su adiestramiento.
Por Alberto Tejero/Grupo CANTÓN