CHETUMAL, Q. Roo.- Abierto en 1999, Xtomoc, prepara a los grupos especiales de élite a través de un adiestramiento encaminado a las acciones militares que se realizan en la selva. Solo los mejores elementos cruzan por este entrenamiento que dura cinco semanas, en un espacio de más de 473 hectáreas. Este sub centro del Ejército Mexicano se ubica en la costa de la Laguna de Bacalar.
Desde 1999, cuando abrió el campo de fogueo, sólo un elemento ha perdido la vida.
En la década de los noventas el predio que actualmente ocupa el centro de adiestramiento era empleado como zona de extracción de maderas preciosas que eran llevadas a Bacalar o Belice; y fue el 6 de enero de 1999 que pasó a depender del Cuerpo de Fuerzas Especiales.
La prácticas de rapel forman parte de una etapa muy importante de las Fuerzas Especiales.
El primero de febrero de año 2000, pasó revista de entrada del Centro de Adiestramiento de Operaciones en Selva y Anfibias (CAOSA), dependiendo de la Escuela de Fuerzas Especiales y de la Universidad del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos. Fue el 16 de abril de 2002, cuando fue establecido como SUB CAOSA, para pasar a depender del Centro de Adiestramiento de Fuerzas Especiales.
Personal del Cuerpo de Fuerzas Especiales realiza maniobras en medio de la selva, cerca de la laguna.
Sin embargo con el paso del tiempo, este subcentro también se convirtió en un espacio de adiestramiento de la Armada de México.
Equipo actual
Actualmente son 90 efectivos de Ejército y de la Armada de México los que reciben entrenamiento para pertenecer a las Fuerzas Especiales en Xtomoc, cuyo significado es “lugar recto y profundo”.
Los elementos de las fuerzas especiales tienen que hacer fuego en medio de la selva, sin el apoyo de ningún combustible.
El teniente de infantería e instructor, Marco Antonio Gutiérrez Bustamante, dijo que la finalidad primordial del entrenamiento es la supervivencia en selva, por ello llevan una capacitación extrema en la que inclusive les corresponde hacer fuego, buscar alimentos, almacenar agua y fabricar sus propios espacios de resguardo, con características específicas para protegerse no sólo del enemigo, sino del clima y de las propias condiciones selváticas.
Agentes federales hacen maniobras en la laguna.
Son tres fases: la primera es de selección y ambientación, capacitación en habilidades físicas y mentales. La segunda es de operaciones, supervivencia y capacitación de patrullas. La tercera es la fase de ejercicio calificado en donde el efectivo debe demostrar lo aprendido a través la planeación de una operación táctica.
Los militares aprenden a encontrar refugios y a protegerse, adiestramiento que luego será utilizado en el “campo de batalla”.
Durante la práctica realizada este viernes realizaron ejercicios para repeler al enemigo y derrotarlo, a través de una táctica escalonada, que incluye recolección de evidencias y en donde realizaron disparos.
En el sitio, también se realiza adiestramiento anfibio, para capacitarlos en nado de combate táctico, ejercicio de remo para operaciones silenciosas, salto de lanchas con motor fuera de borda y salto con paracaídas.
Tres fases del adiestramiento
Misión en entrenamiento
(David Acosta / QUINTANA ROO HOY)