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Van 50 reses muertas en el sur, Pega ola de calor a ganaderos

Paloma Wong

 

CHETUMAL. Bacalar y Othón P. Blanco son los dos municipios más golpeados con la muerte de reses por la ola de calor, donde por ambos suman alrededor de 50 ganados cabezas pérdidas, pues los ganaderos han hecho todo lo posible para evitar que sus animales se queden sin alimento y agua.

Sergio Crisanto Morteo, presidente de la Unión Ganadera Regional (UGR), dio a conocer que si bien ha sido poco el ganado que ha perecido por la sequía, estos son significativos para los ganaderos, ante el costo que representa adquirir cada cabeza de ganado.

El entrevistado mencionó que ante la ola de calor se han registrado por lo menos 50 muertes de ganado, de las cuales de 30 a 35 son de parcelas ubicadas en el municipio de Bacalar y el resto en Othón P. Blanco.

“En lo que va de la sequia de marzo, abril a la fecha tenemos muertes, si hemos tenido los datos de las muertes de animales en los ranchos, hablando de por lo menos de 30 a 35 en Bacalar, se me acaba de acercar un productor de Othón P. Blanco y así”, apuntó.

Indicó que las muertes se dan porque los animales al no tener alimento pierden peso y condición, además de los jagüeyes se empiezan a secar por la sequia y esto ocasiona que los animales queden atascados y se mueran en el intento.

El presidente de la UGR dijo que han recibido apoyo del Gobierno del Estado, entre ellos 100 toneladas de melaza, 18 toneladas de sal, 10 mil pacas entregadas, mientras que en el caso de la alimentación se habla de 666 toneladas de pollinaza y la otra semana se puede estar recibiendo un apoyo similar.

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“El apoyo es poco pero muchos productores que lo ocupan han sido beneficiados, tenemos necesidad de más alimento, pero el convenio tiene una limitante que solo se le puede entregar de tres y seis toneladas por productor”, afirmó.

Sin embargo, consideró que en este momento toda la ayuda es complementaria para evitar la muerte del ganado e incluso pérdidas económicas al momento de comercializar el ganado.

Crisanto Morteo dijo que lo que piden es pollinaza, melaza o pacas de maíz, que sirve como alimento para complementar el peso del ganado el cual es comercializado al interior del Estado, que en este momento es de 51 el kilo de becerro pequeño, que tienen un peso de 170 a 230 kilos, por lo que de bajar la talla, la venta del producto ya no será tan redituable.

 

Publicado por
Redacción Quintana Roo Hoy