Los asesinatos de Rocío Mendoza Estrada, el sábado en Cancún, y de Abril Pérez Sagaón, el pasado mes en la Ciudad de México, siguen el mismo patrón feminicida.
1) Lesiones y amenazas por parte de los hombres con los que estuvieron casadas. En el caso de Rocío, el ex judicial federal Jorge Parra, convertido en notario público por el exgobernador Roberto Borge.
2) Conflicto permanente y hostilidad. En ambos casos las víctimas acudieron a denunciar lesiones y amenazas ante las autoridades que imparten justicia y con pruebas documentales, como fotografías y reportes médicos, y declaraciones de testigos, pero esas mismas autoridades llegaron a acuerdos con sus agresores. En el caso de Rocío está documentada la complicidad del exsubprocurador en Quintana Roo, Raymundo Canché, con Jorge Parra, quien era alcaide de la cárcel de Cancún, y su amante Marybel Villegas, entonces diputada local.
3) Asesinato por sicarios en moto que se emparejaron a los vehículos que conducían y las atacaron cuando se encontraban en compañía de sus hijos.
4) Ex esposos que expresan compasión para confundir a la opinión pública y las instituciones:
Tanto el esposo de Abril, principal sospechoso del feminicidio, como el exmarido de Rocío, Jorge Parra, se expresaron mediante publicaciones después de que las sospechas, basadas en agresiones y amenazas anteriores, recayeron en ellos.
Jorge Parra Moguel, actual esposo de la ahora senadora Marybel Villegas, escribió: “Me encuentro profundamente consternado y no hay palabras para describir la tristeza que me embarga en estos momentos por este cobarde y artero homicidio así como por el dolor y el sufrimiento por el que están pasando mis hijos.
“Rocío fue siempre una mujer de bien dedicada a su trabajo y su familia, hace años que superamos nuestra separación y logramos una relación cordial y enfocada siempre al bienestar de nuestros hijos.
“Este cobarde asesinato de una madre indefensa es un atentado contra todos aquellos que aspiramos a vivir en paz y libres de violencia en Quintana Roo y fue perpetrado intelectual y materialmente por esos pusilánimes que se esconden en la impunidad con nombres y apellidos conocidos por todos apostando al caos y la violencia como medio para mantener sus ambiciones.
“Este crimen no quedará impune y llegaré hasta las ultimas consecuencias para hacer justicia”.
Igual, Juan Carlos García, ex esposo de Abril Pérez, escribió: “Condeno los hechos sucedidos, en los que de manera artera fue privada de la vida quien fuera mi esposa.
“Estoy en la total disposición de colaborar con la autoridad en la investigación correspondiente. Pese a los conflictos que tuvimos como matrimonio, jamás hubiera deseado este desenlace tan trágico.
“A principios de año tuvimos una fuerte discusión hasta llegar a los golpes y nos causamos daño, pero recientemente habíamos acordado resolver el conflicto”.
Para los familiares de Abril esa carta fue “una estrategia para crear confusión, fingir arrepentimiento, y confundir a la opinión pública. Ya conocemos su modus”, dijeron.