Julián Puente
CHETUMAL, Q. Roo

El presidente del Centro de Integración Juvenil (CIJ) en el municipio de Othón P. Blanco, Alejandro Baeza, dijo que una de las principales problemáticas a las que se enfrenta este sector poblacional son las adicciones, un asunto que tiene su origen principal en la desintegración familiar y que como consecuencia, se tienen ahora altos índices delictivos, por lo que urge legislar en la materia.

El entrevistado dijo que es el momento de combatir la inseguridad no con armas sino con normas que castiguen severamente el tráfico de drogas, pues son éstas las que día con día perjudican más a los jóvenes, y agregó que las adicciones son ahora un problema también de salud pública.

Baeza comentó que si bien es responsabilidad de las autoridades enfrentar el tema de adicciones, también lo es de la sociedad, principalmente los padres y madres de familia, que tienen mucho que hacer en esta materia.

De igual forma señaló que son muchas las familias que coinciden que la venta desmedida de bebidas alcohólicas y su ingesta en espacios públicos, representan un grave problema de seguridad para los vecinos de varias colonias quienes han denunciado este hecho y encuentran pasividad en algunas autoridades.

Explicó finalmente que para eliminar el problema de las dicciones, se requiere de un trabajo conjunto entre la sociedad y las autoridades de los tres niveles de gobierno, además del respaldo del poder legislativo.