Paloma Wong / Grupo Cantón
Chetumal.- El 85% de los tres mil 300 productores de caña en Quintana Roo no recibirán ningún pago por su cosecha tras el cierre de la zafra 2024-2025; además quedaron endeudados con el Ingenio San Rafael de Pucte, tras la conclusión de la catastrófica zafra derivado de las plagas y las condiciones climatológicas.
De acuerdo a datos proporcionados por la Confederación Nacional de Propietarios Rurales (CNPR) y la Unión Local de Productores de Caña de Azúcar (ULPCA), el ciclo 2024-2025 fue “golpeado” por las condiciones climatológicas como el exceso de agua, así como la presencia de plagas como la mosca pinta y el hongo fusarium, entre otras, los cuales prácticamente generaron una disminución en el Karbe (Kilogramos de Azúcar Recuperables Base Estándar) que fue de 86.204.
Al tener un Karbe bajo, la liquidación para los productores cañeros disminuyó ya que apenas alcanzaron un precio de 800 pesos 92 centavos por tonelada de caña, muy por debajo de los 900 pesos entregados en la pre liquidación, lo que generó un saldo negativo para los productores.
Debido a la diferencia entre el precio estimado en la pre liquidación, los cañeros quedaron con una deuda colectiva de más de 12 millones de pesos.
Según cifras de los dirigentes del sector, por lo que el 85% de los tres mil 300 productores registrados entraron en cartera vencida, es decir, sin poder cubrir sus compromisos económicos con el ingenio.
La zafra, que inició el 19 de diciembre de 2024 y concluyó el 13 de junio de 2025, tuvo una duración total de 177 días.
En ese periodo, 35 frentes de cosecha trabajaron 31 mil 290 hectáreas, alcanzando una molienda total de un millón 201 mil 657 toneladas de caña.
De esa cifra, la organización CNPR aportó 636 mil 149 toneladas, mientras que la Unión Local de Cañeros sumó 565 mil 510.
Los productores señalan que la situación es crítica, especialmente para aquellos que dependen exclusivamente de esta actividad para sostener a sus familias, ya que muchos cayeron en cartera vencida al pedir prestamos para invertir en insumos, transporte y mano de obra esperando un precio más favorable, pero el resultado final los dejó sin utilidades y con pasivos financieros.