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Oxtankah, del inframundo al edén

CHETUMAL, Q. Roo.- El sitio, testigo de las incursiones evangelizadoras de los españoles del siglo XVI en la Península de Yucatán, mantiene un ambiente de espiritualidad y misticismo al encontrar entre sus muy bien conservadas estructuras, la mezcla de mundos y culturas diferentes, en un entorno que embelesa los sentidos entre el sopor de la selva y el impacto visual de lo inesperado.

Oxtankah, dónde se habría consumado el primer mestizaje de la América de los conquistadores, está; a escasos 15 kilómetros de Chetumal, en dirección norte. Ahí, entre templos consagrados y deidades mayas, tumbas de sacerdotes y gobernantes milenarios, los españoles levantaron una capilla cristiana, como para liquidar el más recóndito resquicio de veneración a los dioses de la fertilidad, del día, la noche y el inframundo.

Se trata del sitio prehispánico más grande e importante de la bahía de Chetumal; tiene una larga secuencia constructiva y algunos investigadores consideran que corresponde a la antigua Chactemal.

En un principio los mayas construyeron los edificios más importantes de la ciudad, incluyendo templos, palacios, plazas, patios hundidos y edificaciones aisladas, a escasos mil metros de la bahía de Chetumal, con el aprovechamiento de una amplia plataforma natural.

El estilo arquitectónico de los edificios vincula al sitio con el estilo conocido como Petén, de amplia distribución en muchos de los sitios tempranos de la península de Yucatán. Su cronología abarca desde el Clásico Temprano (250 al 600 d. C.) hasta el S. XVI.

El templo cristiano, quizás haya sido cimentado para quebrantar la fe de hombres y mujeres de la época, pero la grandeza de esa estirpe sigue dando enseñanzas y planteando encrucijadas a los estudiosos aún en estos tiempos modernos. (Redacción / QUINTANA ROO HOY)

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Redacción Quintana Roo