CHETUMAL, Q.Roo.- Entusiasta, creativo, con vocación y mucha paciencia, así como tener empatía con sus alumnos, son algunas de las características que los adultos recuerdan con agrado de algún docente que marcó su vida y que los motivó a trascender académicamente.
Mañana, en el Día del Maestro, se les reconocerá su labor y entrega que han tenido en las aulas a los 21 mil docentes que hay en Quintana Roo, pese a que en los últimos años su imagen se deterioró y en donde muchos aún no entienden que el trabajo de los profesores es enseñar y la de los padres de familia es educar a sus hijos.
EJEMPLO A SEGUIR
Al igual que muchos maestros, Sobeida Alejandrina Farfán Quijano, directora del jardín de niños “Rosas de la Infancia”, comentó que al principio dudó en elegir la docencia como carrera, pero que con el paso del tiempo comenzó a quererla y le gusta ser maestra, porque se ha dado cuenta que ayudan a los niños a que tengan amor por la patria, por sus semejantes y porque son la semillita que todos los días se siembre en nivel preescolar.
“El recibir el cariño de los niños es el más sincero, ser maestra es difícil, pero trae muchas satisfacciones y nos gusta enseñarles, corregirlos y encausarlos
a un buen futuro”, aseguró.
“Muchos padres de familia piensan que dar clases es sencillo, pero no, es desgastante, no tanto en lo físico, sino en lo emocional, porque cada niño es diferente y cada uno tiene problemas como violencia, acoso y nos damos cuenta que el infante merece mucho cariño”, añadió.
“Amo mi vocación y si volvería a nacer volvería a hacer maestra”, aseguró la profesora con 25 años de servicio.
Reconoció que hay profesores que están comprometidos con la educación y han tenido la oportunidad de sacar muchas buenas generaciones.
“El que esté comprometido con su vocación no viene sól
o por un sueldo, sino viene a entregarse con pasión y admiro a muchos que dejan hijos y familia para dedicarse a estos niños”, precisó.
PASIÓN POR ENSEÑAR
Farfán Quijano afirmó que si hay amor a la vocación, de la reja de la escuela para afuera se quedarán los problemas personales del maestro, y de la reja para adentro se tiene que sonreír para los niños.
“Llegamos a veces con problemas, pero con el abrazo de un niño, con sus sonrisas o con sus palabras que a veces nos causan gracia, le cambia el día a un maestro y eso no se cambia por nada”, comentó.
La maestra recomendó a las nuevas generaciones de profesores tener pasión por lo que hacen, debido a que muchos lo hacen por un sueldo y no dan ese aprendizaje en el grupo que debería de ser.
“No lo hagan por un sueldo, sino porque quieran que el país crezca y se supere, los invito a sacar a sus alumnos adelante, ya que ellos merecen una oportunidad por todo lo que pasa en la sociedad”, destacó.
Ahondó que también los padres de familia deben de contribuir con la educación de los niños y no sólo los maestros, ya que es un trabajo conjunto entre papás, estudiantes, maestros y el gobierno.
Recordó que antes los padres de familia respetaban al maestro, pero que ahora no pasa esto, debido a tantos derechos que han surgido y que superaron a los profesores a la hora de educar.
“Todos debemos de estar unidos para salir adelante y no puede quebrarse ninguna pieza y quizá esa es la razón por la cual falla la educación en el país”, aceptó.
Raúl Lara Quijano, presidente de la Asociación de Padres de Familia de Benito Juárez, dijo que es un justo reconocimiento a los maestros y que es necesario revalorizar el trabajo que hacen en las aulas.
“Los tiempos han cambiado, los valores se tienen que inculcar a los hijos desde la casa, al maestro se le ha perdido el respeto y ahora cuidado le hagan algo a los niños, porque muchos padres se quejan y los denuncian”, comentó.
Opinó que debería regresar esa confianza de los padres hacia los maestros, en donde sí puedan castigar a los niños, pero no excederse. (Renán Moguel/QUINTANA ROO HOY)