CHETUMAL.- El 99 por ciento de las piezas arqueológicas encontradas en los trabajos de Tren Maya, presuntamente se encuentran desaparecidas ante el mal trabajo en el salvamento de estas, aseveró el Fernando Cortés de Brasdefer, arqueólogo e investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Quintana Roo.
El entrevistado aseguró que por parte los arqueólogos contratados por el INAH a manos de Guillermo Prieto así como personal de la Secretaría de la Defensa Nacional no hicieron un correcto inventario de las piezas arqueológicas que aparecieron a lo largo de las obras del Tren Maya.
El entrevistado mencionó que se ha detectado infinidad de piezas arqueológicas, de las cuales no se ha reportado en qué condiciones se encuentran, ni donde están ubicadas, por lo tanto, considero que el 99 por ciento de estas piezas están desaparecidas.
“Las declaraciones de Guillermo Prieto no coincide con la realidad de los tramos del Tren, yo le pregunto dónde están los millones de objetos arqueológicos y las piezas, los monumentos, quién se llevó las piezas o quién las comercializó o quien las tiene”, apuntó.
Indicó que el INAH a nivel central no quiso que ningún arqueólogo de Quintana Roo interviniera en las obras del Tren Maya, para evitar que salga a la luz pública la afectación que se tendría y con ello vino la “desaparición” de piezas arqueológicas.
Derivado de estos cuestionamientos, el arqueólogo precisó que en su momento alzo la voz en contra el director general INAH, Diego Prieto y del delgado estatal, Margarito Molina, quienes lo trataron de silenciar y fue demandado, pues actualmente pesan sobre él actas administrativas y un proceso jurídico para poder darle de baja del Instituto.
Lo anterior fue denunciado por el propio Cortés de Brasdefer, mismo que llevó su defensa a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) tras ser acusado por el Consejo de Arqueología del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de un presunto mal manejo de fondos y de carecer de la experiencia necesaria para las tareas de rescate arqueológico.
Las acusaciones, que datan del 17 de agosto de 2023; estás fueron refutadas por Cortés de Brasdefer, quien sostiene que las verdaderas intenciones detrás de estas son silenciar sus denuncias sobre los daños causados por ciertos proyectos de salvamento arqueológico.