CHETUMAL, Q.Roo.- Los dos últimos motines en el Centro de Retención Municipal de Playa del Carmen, el pasado miércoles y jueves, pone una vez más en evidencia las grandes carencias y necesidades que tienen las cárceles de Quintana Roo y el país, donde el tráfico de droga, armas y la prostitución son una constante, esto último según declaraciones de custodios.
En un recorrido hecho por todas las cárceles del estado, Quintana Roo Hoy constató que en la gran mayoría existe hacinamiento; por ejemplo, en Chetumal, en el Centro de Reinserción Social (Cereso) existen mil 87 internos, según las últimas cifras proporcionadas por autoridades, de los cuales el 70% espera sentencia, lo que convierte al lugar en una “bomba de tiempo”.
Los custodios del lugar dijeron que la droga ingresa al penal por las torres de vigilancia, durante el día y la noche, mientras que por la madrugada pasa por la entrada principal.
Pero a la cárcel no sólo entra droga, sino cigarros y bebidas alcohólicas; además, ahí adentro se prepara tepache y chirrinchi, los cuales también son embriagantes.
La corrupción permea a todos lados, pues se sabe que también se permite el paso de celulares, con los cuales se hacen los negocios, pero la peor situación es que se permite la entrada a prostitutas, que son pagadas por la gente que controla el penal, el llamado autogobierno, el cual incluso cobra los espacios para visita conyugal por horas o días.
Según el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria de 2014, de 130 penales evaluados, el de Chetumal ocupaba el tercer lugar por sus pésimas condiciones y situaciones.
CANCÚN, EN LA MISMA SITUACIÓN
Con varias fugas y diversos motines, la cárcel de Cancún también es un claro ejemplo de las pésimas condiciones carcelarias, donde impera la corrupción, tráfico de drogas y el autogobierno.
La cárcel alberga a más de mil 800 presos y la gran mayoría es integrante de algún grupo de la delincuencia organizada que opera en las calles, bandas que continúan sus pugnas en el interior de la prisión por el control de los espacios, las ventas de droga y alcohol, y esto ha generado varios enfrentamientos, e incluso fugas masivas de internos.
Hace unos días, Hernán Cordero, coordinador de la asociación Ángel Ciudadano, advertía sobre el riesgo permanente que representa la cárcel para Cancún, pues el sistema penal de Quintana Roo se encuentra en el último lugar en cuanto a certificación de seguridad y capacitación de custodios.
Hace unos días, hasta la redacción de Quintana Roo Hoy llegó una denuncia de cinco custodios en contra de Fermín Cortes Burgos, actual alcaide en Cancún, porque los acusó de introducir drogas a la cárcel y fueron dados de baja, pero aseguran que es este mando quien tiene el control del estupefaciente en el lugar.
De hecho, afirman los custodios que fueron llamados a Chetumal para comparecer ante el Consejo de Honor, por lo que piden se investigue a fondo esta corrupción que impera en el penal.
En el caso de este centro, la torre de vigilancia 4 ha sido señalada como punto para introducir la droga, pues se afirma que los traficantes llegan hasta la barda perimetral y desde ahí lanzan el estupefaciente, el cual ya es esperado adentro, aunque también dijeron que ingresa por la puerta principal con el consentimiento de algunos vigilantes. (De la Redacción/QUINTANA ROO HOY)