CRISTINA ESCUDERO
GRUPO CANTÓN
CHETUMAL.- Con la firme amenaza de cerrar la carretera Chetumal-Cancún el día de mañana cuando se realice el Cuarto Informe de Carlos Joaquín González, los productores de caña buscan presionar al gobernador para que les cumpla la promesa de apoyarlos con cinco mil pesos por las afectaciones que sufrieron debido al último siniestro en sus cosechas.
Cañeros del ejido Ramonal al sur de Quintana Roo se manifestaron este fin de semana en contra de la administración del panista, ya que en 2019 cayó severamente la producción de caña derivado de una intensa sequía y en este año las tormentas tropicales “Amanda” y “Cristóbal” inundaron las áreas de cultivo, por lo que hace seis meses lograron entablar un diálogo con el gobernador y éste les prometió apoyarlos con cinco mil pesos, pero hasta ahora no ven claro y ya está a punto de iniciar la siguiente cosecha.
Otra de las peticiones de los cañeros es dirigida a sus líderes, ya que no han hecho nada por presionar al gobierno y tampoco a la aseguradora para que les pague las indemnizaciones a los agremiados por el siniestro que sufrieron, además les prometieron que el ingenio compraría las carteras de los productores por la deuda que tienen con la financiera Sofía.
Este año, la recolección de caña de azúcar ha sido la más corta en los últimos 10 años, ya que solo tuvieron 123 días de zafra y se cosecharon 850 mil toneladas de caña molida que generó una escasa producción de ocho mil toneladas de azúcar que en rendimiento de kilogramo son 100.284 puntos, lo cual es demasiado bajo no sólo para el ejido Ramonal, sino para Cacao, Pucté, Álvaro Obregón, Carlos A. Madrazo y Sergio Butrón Casas.
Los cañeros se sienten abandonados por el gobernador, ya que desde el pasado 1 de marzo que sostuvieron una reunión con Carlos Joaquín en el Palacio de Gobierno, en donde les prometió un apoyo de cinco mil pesos, no han vuelto a saber de él y mucho menos han recibido el dinero.
Los productores han buscado sostener otro diálogo con el gobernador del Estado, pero no han tenido respuesta, por lo que están dispuestos a presionarlo para que les cumpla.