CHETUMAL, Q.Roo.- Es incontable el número de mataderos clandestinos en la capital, ya que ante la falta de oportunidades y de una regulación de estos espacios, se pone en riesgo la salud de la población, además de que representan una competencia desleal para los tablajeros en los mercados.
De acuerdo a la Unión de Abastecedores de Carnes, en Chetumal hay por lo menos unas 100 carnicerías en las colonias populares, independientemente de las que existen en los mercados públicos municipales.
Esta situación ha generado una mayor proliferación de los mataderos clandestinos, debido a que el Rastro Municipal, tanto de reses como de cerdos, apenas alcanza para surtir los puestos en las centrales de abasto.
La situación es delicada de acuerdo a la Dirección Municipal de Salud, pues muchas carnicerías venden un producto sin la mínima supervisión sanitaria y no sólo de res o puerco, sino también de aves, como pollos y pavos.
Eulalio Solís Aguayo, propietario de una carnicería, señaló que desafortunadamente este tipo de negocios es un mal necesario, porque de eso dependen cientos de empleos y familias, inclusive hay gente que se dedica a “beneficiar” (matar y dejar listo a los animales para la venta) a los puercos y reses, pues en ocasiones es más económico comprar a los animales vivos que en “canal”.
Generalmente los animales son sacrificados en los patios de las casas o en pequeñas parcelas ubicadas en las afueras de la ciudad.
Rodrigo Pérez Dzuc, encargado de una carnicería, señaló que sea en los patios o en el Rastro, el producto carece de las normas necesarias de sanidad, los camiones en donde se transporta la mercancía es insalubre y no tiene refrigeración.
No hay una cantidad específica de mataderos clandestinos, pero casi todos los carniceros de Chetumal, incluidos los establecidos en los mercados públicos, se ven obligados a recurrir en ocasiones a este tipo de lugares para garantizar el abasto de sus productos. (Es incontable el número de mataderos clandestinos en la capital, ya que ante la falta de oportunidades y de una regulación de estos espacios, se pone en riesgo la salud de la población, además de que representan una competencia desleal para los tablajeros en los mercados.
De acuerdo a la Unión de Abastecedores de Carnes, en Chetumal hay por lo menos unas 100 carnicerías en las colonias populares, independientemente de las que existen en los mercados públicos municipales.
Esta situación ha generado una mayor proliferación de los mataderos clandestinos, debido a que el Rastro Municipal, tanto de reses como de cerdos, apenas alcanza para surtir los puestos en las centrales de abasto.
La situación es delicada de acuerdo a la Dirección Municipal de Salud, pues muchas carnicerías venden un producto sin la mínima supervisión sanitaria y no sólo de res o puerco, sino también de aves, como pollos y pavos.
Eulalio Solís Aguayo, propietario de una carnicería, señaló que desafortunadamente este tipo de negocios es un mal necesario, porque de eso dependen cientos de empleos y familias, inclusive hay gente que se dedica a “beneficiar” (matar y dejar listo a los animales para la venta) a los puercos y reses, pues en ocasiones es más económico comprar a los animales vivos que en “canal”.
Generalmente los animales son sacrificados en los patios de las casas o en pequeñas parcelas ubicadas en las afueras de la ciudad.
Rodrigo Pérez Dzuc, encargado de una carnicería, señaló que sea en los patios o en el Rastro, el producto carece de las normas necesarias de sanidad, los camiones en donde se transporta la mercancía es insalubre y no tiene refrigeración.
No hay una cantidad específica de mataderos clandestinos, pero casi todos los carniceros de Chetumal, incluidos los establecidos en los mercados públicos, se ven obligados a recurrir en ocasiones a este tipo de lugares para garantizar el abasto de sus productos.(David Acosta/QUINTANA ROO HOY)