Jazmín Ramos
CANCÚN, Q. Roo
La tasa de suicidios en Quintana Roo sigue a la alza, al pasar del 4.9 a 9.2 por cada mil habitantes en lo últimos tres años, estadísticas que lo mantienen como el estado número uno a nivel nacional de personas que deciden quitarse la vida en busca de terminar con los problemas que los aquejan.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), refieren que el suicidio en México es la tercera causa de muerte después de las agresiones violentas y los accidentes viales, y entre los principales factores que orilla a las personas a tomar esa decisión se encuentran los conflictos amorosos, económicos y sociales.
En el caso de Quintana Roo este fenómeno se recrudece al grado de tener hasta dos suicidios en una semana, es más, en el 2015 se registraron 62 suicidios, y las edades promedio oscilaron entre los 20 y 39 nueve años.
Al respecto, la psicóloga Jessie Velázquez Garrido, explicó que en el hecho de que la entidad sea un imán para la migración es un factor que merma en la calidad de vida de la población, además de los contrastes de la opulencia de la zona hotelera y la marginación de las colonias populares.
Dijo que, tanto Cancún como Playa del Carmen proyectan ciertas expectativas laborales por la industria turística, tan es así que son los principales generadores de empleo a nivel nacional, sin embargo, la mayoría de estas plazas laborales tienden a la temporalidad y los sueldos alcanzan entre los dos y tres salarios mínimos.
“Quienes llegan a Quintana Roo, vienen con una idea de mejora su calidad de vida, sin embargo el grueso de los migrantes no es mano de obra calificada, es decir que no aplican para los empleos bien remunerados, de modo que si bien encuentran empleo, al final no cumplen con las expectativas esperadas”, precisó.
A esto, mencionó, se le suma el hecho de que la actividad turística es muy demandante, entonces son absorbidos por las cargas de trabajo, descuidan el entorno familiar y afectivo, una combinación generadoras de problemas sociales, pues al no tener presencia en el hogar se rompe la armonía, desencadenando la violencia intrafamiliar y por ende las adicciones a la droga o al alcohol.
Velázquez Garrido, añadió que en el caso de las personas que llegan solos también entran en conflicto, ya que se someten a cargas pesadas de trabajo y no tienen un vínculo familiar, una combinación perfecta para generar estrés y soledad, además, si a eso se le suma el hecho de que las percepciones salariales no les permite mantener una buena calidad de vida se entra en crisis y los problemas se acumulan al grado de decidir quitarse la vida.
La especialista también explicó que otro factor para el suicido, sobre todo en los adolescentes, es que a esa edad se está en una constante competencia entre sus similares, es decir, el que un determinado joven esté a la vanguardia tecnológica, vista bien y sea popular los marca, de modo que si no se puede acceder a ese estatus viven en una constante presión que los lleva a no valorarse y se desencadenan problemas en la convivencia que no logran superar y deciden salir por la puerta falsa.
“En ciudades turísticas es muy común la desintegración familiar debido a que los padres trabajan prácticamente todo el día y no hay esa comunicación con los hijos”, apuntó.
Velázquez Garrido, añadió que ante toda esa suma de factores se dan las condiciones para que haya un desencanto en ciudades como Cancún y Playa del Carmen, lo que desencadena trastornos emocionales que al final derivan en un suicidio.