Santiago Rodas / Grupo Cantón
Cancún.- La tensión que desde hace meses se ha vivido en las inmediaciones del Hospital General “Jesús Kumate Rodríguez” por el control de ventas ambulantes, estalló este martes en un violento enfrentamiento protagonizado por un vendedor ilegal, conocido por su actitud agresiva y por presuntos vínculos con grupos delictivos, quien agredió física y verbalmente a una pareja de comerciantes y a una mujer que intentó intervenir en defensa.
De acuerdo con testimonios recabados en el lugar, el sujeto, quien se dedica a la venta informal de cubrebocas y otros insumos básicos a las afueras del hospital, reaccionó de forma violenta al ver que una pareja —también dedicada a la venta de cubrebocas y refrescos— ofrecía sus productos en el mismo sitio.
La discusión rápidamente escaló a empujones, gritos y amenazas, hasta que el individuo golpeó a la mujer que acompañaba al vendedor rival, provocando un nuevo nivel de indignación entre los testigos.
Los hechos ocurrieron a plena luz del día frente a pacientes, familiares y personal hospitalario, generando pánico entre los presentes.
“Ese tipo ya es conocido aquí. Siempre quiere intimidar a los demás, se siente dueño de la calle, y si alguien intenta vender cerca de él, se pone violento”, declaró una comerciante del área, quien prefirió no dar su nombre por temor a represalias.
Según fuentes cercanas a la administración del hospital, el agresor ha protagonizado al menos cuatro altercados similares en lo que va del año.
En todos los casos, el patrón se repite: amenazas, golpes e intentos de imponer su presencia por encima de otros vendedores ambulantes que también buscan sobrevivir en las inmediaciones del nosocomio.
“Lo hemos intentado retirar, pero se vuelve agresivo. En una ocasión incluso amenazó a un trabajador del hospital diciendo que tenía respaldo de gente pesada. Nadie ha querido meterse más porque dicen que está ligado a un grupo criminal”, reveló un empleado del área de vigilancia interna del hospital.
Este martes, los gritos del enfrentamiento obligaron a intervenir al personal policiales y seguridad del hospital, quienes no pudieron controlar la situación por completo debido a la furia del agresor.
“Nos advirtió que si volvía a ver a otros vendiendo, iba a regresar con gente para ‘limpiar’ la zona”, declaró un testigo que presenció los hechos desde la entrada principal.
Miedo entre comerciantes y omisión de autoridades.
La agresión a la mujer encendió aún más las alarmas. La víctima, quien recibió golpes y tuvo que ser atendida por personal médico del hospital, según presentó una denuncia informal ante la administración, pero se abstuvo de acudir ante la Fiscalía por temor a represalias.
“Ese tipo no está solo. Ha dicho que tiene respaldo de ‘los de la plaza’, y eso nos da miedo. No solo a los que vendemos, también a quienes pasamos por aquí todos los días”, afirmó una enfermera que presenció el incidente.
La pasividad de las autoridades ante estas constantes agresiones ha generado inconformidad entre la comunidad hospitalaria y los vendedores afectados.
A pesar de los reportes previos y de los antecedentes violentos del sujeto, hasta el momento no ha sido detenido ni sancionado.
Vecinos del área han denunciado que la zona se ha convertido en un punto de constante tensión y que el hospital, lejos de ser un espacio de atención y tranquilidad, parece rodeado de disputas territoriales por el control de las ventas ambulantes.
El caso pone de manifiesto una problemática mayor: la falta de regulación y control sobre el comercio informal en Cancún, particularmente en áreas sensibles como hospitales.
La disputa por espacios en zonas de alto flujo, como el Hospital General, ha generado un caldo de cultivo para enfrentamientos, abusos y extorsiones.
“Entendemos que todos quieren trabajar, pero no se puede permitir que el más violento se imponga por encima de los demás. Esto ya se salió de control. No estamos hablando de competencia desleal, sino de violencia pura y amenazas que podrían escalar aún más”, indicó un trabajador del hospital.
La administración del Hospital General Jesús Kumate Rodríguez ha solicitado en reiteradas ocasiones el apoyo del Ayuntamiento de Benito Juárez para reforzar la presencia de inspectores y cuerpos de seguridad en el área, sin que hasta el momento haya una respuesta efectiva.
A raíz del violento episodio de este martes, se espera que las autoridades municipales y estatales tomen cartas en el asunto.
“El riesgo no es solo para los vendedores que él agrede, sino para los pacientes, niños y adultos mayores que vienen aquí todos los días. No podemos permitir que una persona con antecedentes de agresión siga operando con total impunidad”, expresó un ciudadano que tiene a su familiar en el hospital.
Hasta el cierre de esta edición, la Fiscalía General del Estado no ha emitido postura oficial sobre este nuevo caso de violencia en la vía pública, mientras que la Policía Municipal de Benito Juárez aseguró que enviaría una patrulla para mantener vigilancia durante los próximos días, sin precisar si habrá acciones contra el agresor.
Mientras tanto, el miedo persiste en la zona. La mujer agredida, con moretones en el rostro y temor en la mirada, resume la situación con una frase contundente:
“Hoy me tocó a mí, mañana puede ser otra persona… o algo peor”.