Jazmín Ramos
CANCÚN, Q. Roo
PRIMERA DE DOS PARTES
Enganchados por una oferta de trabajo, socializar con desconocidos en internet o raptados bajo la complacencia de supuestos amigos; estas suelen ser las vías más comunes para la trata de personas, cuya incidencia en Quintana Roo ha generado incluso alerta por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pues considera al estado como un foco rojo.
La trata de personas puede darse con fines de explotación sexual, esclavitud, trabajos forzados o extracciones de órganos y de acuerdo a un informe que se dio a conocer a nivel nacional por la Procuraduría General de la República (PGR) cada año entre 800 mil personas adultas y 20 mil niños son víctimas de las bandas dedicadas a éste ilícito.
Asimismo, los datos oficiales refieren que la ruta de operación de las bandas dedicadas a la trata incluye los estados de Veracruz, Puebla, Oaxaca, Tlaxcala, Chihuahua, Guerrero y Quintana Roo e incluso se estima que existe por lo menos unas 47 redes dedicadas a la trata.
La forma en como enganchan a las víctimas son variadas, pero ahora con el uso de las nuevas tecnologías, las redes sociales se han convertido en medio idóneo para tal fin, tan es así que hay portales exclusivos para atraer personas con engaños, además en el caso de Quintana Roo la actividad turística abre una ventana más de exposición a este flagelo.
Al respecto la presidenta de la Red de la Equidad y los Derechos Humanos en Quintana Roo, Rosa María Márquez Pérez, señaló que en el estado existe el escenario para la trata de personas por su condición turística y por el hecho de ser frontera, de tal modo que ambos factores abonan a esta ilícita actividad.
Mencionó que, con base a estudios que han realizado organizaciones sociales, Quintana Roo, se ubica como uno de los estados proclives a la trata de personas, la mayoría para explotación sexual, en donde no hay distingo de género ni edad, aunque la tendencia es hacia niños y niñas, prueba de ello es la prostitución infantil, que embelesa a los pederastas, de hecho constantemente las autoridades migratoria informan sobre la detención de personas fichadas por este delito que llegan como turistas.
Comentó que, la trata de personas o comercio de personas conlleva a la prostitución obligada, por lo cual tanto en Cancún como Playa del Carmen, el turismo sexual es una gran industria que deja ganancias millonarias, sin que las autoridades hagan nada al respecto, pues son permisivas.
Márquez Pérez, dijo que en repetidas ocasiones se han hecho duros señalamientos al tema de la trata de personas, pero hasta la fecha no hay un compromiso real para frenar esta actividad, en donde Quintana Roo funge como puente, por lo que es urgente que se establezca acciones integrales para frenar esta práctica muy común en los destinos turísticos. En tanto, la ONU el año pasado alertó sobre la alta incidencia de la trata de personas en el Caribe Mexicano, al considerarlo como un foco rojo en el origen, destino y tránsito de esta actividad ilícita el estado se encuentra entre los de mayor número de víctimas.
Por su parte un informe de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), reveló que las bandas de secuestradores poseen nexos con las redes de trata de personas y explotadores sexuales nacionales internacionales, cuyas víctimas son principalmente niños y jóvenes.
El compendio, indica que la forma de operar de las bandas de trata de personas, es valiéndose de los secuestradores que maniobran para el crimen trasnacional, y que privan de su libertad a las víctimas, además este ilícito ha crecido considerablemente al grado de que se ubica en tercer lugar, por debajo del narcotráfico y el tráfico de armas, con ganancias anuales a los 32 mil millones de dólares.
Datos del estudio: “La Trata de Personas en el Sector Turismo”, realizado en el 2010-2011 por la empresa consultora Redes Turismo, elaborado por la Secretaría de Turismo (Sectur) con dependencias de los tres órdenes de gobierno para prevenir este actividad, muestra que en las entidades con mayor índice de éste ilícito destacan Quintana Roo, Yucatán, Jalisco, Chiapas, Oaxaca y Guerrero. Considera la trata de personas como un delito complejo y, globalizado, de difícil identificación, cometido por redes estratificadas, de modo que por su naturaleza requiere de la intervención internacional, federal, estatal y a nivel municipal y comunitario.El tratante pertenece a una red de la cual probablemente desconozca su magnitud; realiza de manera aparentemente aislada una acción, falta administrativa o delito que tiene una penalización muy baja o no la tiene, además comúnmente, la víctima de trata difícilmente identifica a los diversos victimarios que han actuado en su contra.