JESÚS VÁZQUEZ
GRUPO CANTÓN
CANCÚN.- El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) del Caribe informó que alrededor de 10 mil empresas en el estado tuvieron que cerrar por la pandemia, y aunque se ha iniciado la reactivación muchas de ellas no han podido ni podrán reabrir.
La reapertura implica no sólo los gastos de operación y sueldos, sino la inversión en los nuevos protocolos sanitarios que se convierten en una carga que sobre todo los pequeños y medianos negocios no han podido solventar, dijo Iván Ferrat Mancera, presidente del organismo.
La situación por el coronavirus es más grave de lo que se cree y aún viene lo peor, alertó, pues muy posiblemente de las 10 mil empresas que cerraron, al menos 50% no volverán a abrir.
“Nadie está viendo la verdadera dimensión de la situación que es gravísima en Quintana Roo, 66 por ciento de los negocios son de servicio y su costo más alto es la nómina”, dijo.
“Estamos hablando de que no se puede tener una empresa si no puedes pagar la nómina; estamos hablando de que el costo de nómina puede ser, del total de sus ingresos, entre el 60 y 80%, porque esa es una característica de las empresas de servicios y si se tiene que pagar con cero ingresos, de dónde va a sacar para pagar esas cantidades, es imposible”, añadió.
Agregó que la única manera de soportar la plantilla laboral sería pidiendo créditos, pero para poder pedirlo el empresario se tiene que endeudar poniendo algún bien o presentando algún aval, o comprometer los ingresos del negocio a futuro, “pero habrá gente que seguramente va a decir no voy a poder y se verá orillado a cerrar”.
Tan sólo los gastos en la compra de equipo y la implementación de los protocolos sanitarios para reabrir un local implica erogar más de 10 mil pesos al mes, tratándose de empresas pequeñas, explicó.
“En el caso de las empresas grandes, la inversión es mucho mayor, dependiendo el ramo, número de empleados o en el caso de hoteles, de número de habitaciones”, dijo.
Es un hecho que la reapertura es positiva, pero también el que no hay ganancias inmediatas; es un paso necesario que representa pérdidas por el arranque y sobre todo porque el turismo que está llegando al destino es aún muy poco y la mayoría de las empresas en el estado depende en gran medida de esta industria.
Ferrat Mancera consideró que la recuperación plena y real tardará no menos de dos años, lo cual implicará volver a tener las ocupaciones hoteleras arriba del 80% de manera sostenida a lo largo del año y recibir arriba de 15 millones de turistas anualmente.
PÉRDIDA DE EMPLEOS
El reporte mensual del Instituto Mexicano del Seguro Social arroja que mientras Quintana Roo mantuvo al cierre del primer bimestre del año un total de 472, 041 empleos formales, para marzo, ya con el inicio de la pandemia, la cifra se redujo a 424,238.
Durante abril cayó hasta los 379, 254 y al cierre de mayo se ubicó en 358,243, es decir, una pérdida de 113,798 empleos entre febrero y mayo de este año.