Jesús Vázquez
grupo cantón
CANCÚN. Repugnantes olores de las playas, aunado al atraso de obras provocan pérdidas económicas a restauranteros y prestadores de servicios. Ladrones de motores son el azote de lancheros y pescadores.
En el desamparo se encuentran los múltiples restaurantes y comercios dedicados a la venta de pescados y mariscos de la zona costera de la comunidad Puerto Juárez. Lancheros, locatarios, prestadores de servicios turísticos, pescadores y restauranteros se dicen abandonados por las autoridades del municipio Benito Juárez desde hace más de 32 años.
Hay canales con aguas contaminadas que representan un riesgo para la población.
Por principio de cuentas, el principal “atractivo” está atiborrado de pestilente sargazo en descomposición, desde el muelle pesquero de la entrada a la localidad hasta la popular Playa del Niño. Esta lamentable situación de las playas le provoca fuertes pérdidas económicas a los prestadores de servicios y restauranteros, pues inhibe al turismo.
Pedro, mesero cuenta la problemática: “Estamos en una situación preocupante realmente. La gente no viene. En cuanto se asoman y sienten la peste que emana del mar, ya no consumen alimentos, se van, y tienen razón, porque son un asco las playas”.
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